Sigue el desencanto

De la aparente indiferencia se ha pasado a una visión francamente pesimista, que ha deteriorado nuevamente el índice general. La apatía era la nota característica, que se complementaba con una falta absoluta de órdenes, debido en parte a la huelga de Correos y en parte a la desorientación inicial sobre el nuevo Gobierno hasta que se conozca su programa.Con todo ello el desánimo es total; la contratación, pequeña, y ni la actuación, cada día menos discreta, del Banco de España logra insuflar un poco de aire en este agobio general.

Ningún grupo ha visto mejorar su índice parcial y alguno ha descendido sensiblemente, como el de Monopolios, donde Tabacalera pierde 9 enteros; Telefónica, 2,25, y Campsa, otros 2. En el grupo Eléctrico llamó la atención el que Fecsa, en plena ampliación, bajara por debajo de la par, lo que pone de relieve la debilidad de este sector, donde las otras grandes también proseguían sus respectivos goteos.

En cambio, en el departamento bancario había una ligera resistencia, demostrada en que la mayoría de las bajas oscilaban alrededor de los dos enteros. Banesto repetía y Exterior -con otros dos ministros en el Gobierno- perdía cinco enteros. Por su parte, la Unión y el Fénix, compañía de la que era director general el nuevo titular de Hacienda, no podía cotizar por falta de papel, pero lleva varios días subiendo su posición dinero.

De todos modos es el ingrediente político el que pesaba en el ambiente, donde existe una gran desmoralización y, también, aburrimiento.