El primer ministro japonés no quiere dimitir

El primer ministro Takeo Miki acusó a sus adversarios del Partido Democrático Liberal, actualmente en el Gobierno, de fomentar la dictadura al presionarle para que dimita.En una conferencia de prensa realizada el miércoles, Miki retó a los que le critican -dirigidos por el vicepresidente del Partido, Etsusaburo Shiina-, y declaró que seguiría como primer ministro hasta que se aclare el escándalo Lockheed en el Japón.

Sin nombrar a Shiina, Miki dijo que el Partido, en lugar de dejarse llevar por maniobras de pasillo debía prepararse a luchar en las próximas elecciones.

"No me gusta la dictadura", declaró Miki. Sin embargo él mismo fue nombrado primer ministro para salir del punto muerto a que se llegó después de la dimisión de Tanaka, acusado de irregularidades financieras. Miki calificó el escándalo Lockheed, que conmueve al Japón desde el pasado mes de febrero, como «la prueba más grandes con la que se encontró este país desde que acabó la guerra» Añadió que el esclarecimiento de los sobornos de la compañía USA es un objetivo prioritario y en este punto, dijo, «no tengo ninguna intención de evadirme de mis responsabilidades», sobre las investigaciones en curso.

El primer ministro afirmó que se le pidió la dimisión porque los santones del partido desconfian de que él pueda lograr la victoria de los liberales demócratas en las elecciones generales de este año.

En lo relativo a las implicaciones de altos miembros del Partido en los sobornos de la Lockheed, Miki dijo que los liberales demócratas salieron del asunto «bastante bien librados».

No obstante, dijo que el Partido no será capaz de ganar las elecciones sin que se conozca todo lo relativo al escándalo de la compañía Lockheed en el Japón.