Ir al contenido
_
_
_
_
TENIS |ATP FINALS
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El hambre de dos perfeccionistas

Más allá de los trofeos, Alcaraz y Sinner han demostrado compromiso y una lucha constante en cada partido, así como una férrea voluntad por perfeccionar su juego día a día

Toni Nadal

Con la final de la Copa de Maestros del domingo, no sólo concluyó la temporada tenística del circuito ATP, sino que lo hizo de la mejor manera posible: con un nuevo enfrentamiento entre los dos mejores jugadores del momento.

En una intensa final, Jannik Sinner derrotó por 7-6(4) y 7-5 a Carlos Alcaraz. El encuentro y, por consiguiente, el marcador estuvo muy igualado en todo momento, en especial durante el primer set. Buena prueba de ello es que Sinner no dispuso de ninguna bola de rotura, mientras que Carlos solo tuvo una, que no pudo aprovechar. Este hecho y un pequeño desacierto del español en el tie-break inclinó la balanza a favor del italiano en esa primera manga. En el segundo set, ambos jugadores perdieron algo el orden. Tras un primer juego errático del italiano, fue Carlos quien, con algunas imprecisiones, no pudo mantener su ventaja inicial.

Por lo demás, el partido mantuvo la misma tónica habitual de sus anteriores enfrentamientos: intercambios intensos y potentes desde el fondo de la pista que mantienen a los espectadores en un estado de admiración permanente. No sé si entre ellos cabe otra estrategia posible. Intentar cortar el ritmo de su adversario con bolas más lentas, dejadas o subidas a la red les haría quedar demasiado expuestos a un golpe demoledor del otro. Como suele suceder con estas rivalidades tan brillantes como enconadas, la victoria se la llevó quien estuvo más acertado y sereno en los momentos decisivos.

A pesar de que Carlos no pudo alzarse con la victoria, ha firmado un año excepcional: dos títulos de Grand Slam, en París y Nueva York; tres triunfos en torneos Masters 1000 y tres torneos menores. Todo ello le ha permitido terminar 2025 como el número uno del mundo. Sin embargo, el ejercicio anual de su principal rival también nos da una lectura excelente. Sinner disputó las cuatro finales de Grand Slam, adjudicándose las otras dos que no consiguió Carlos, Australia y Wimbledon. Y, además de este último torneo de los maestros, alzó dos menores y el Masters 1000 de París. Conviene tener en cuenta, además, que debido a la sanción que recibió no pudo participar en cuatro de los nueve Masters 1000 del circuito y que tuvo que abandonar por lesión en otros dos.

Aun así, creo que nos quedaríamos injustamente cortos si a toda esta enumeración de trofeos levantados no les reconociéramos, a ambos tenistas, el compromiso y la lucha constante en cada partido, así como su férrea voluntad por perfeccionar su juego día a día.

En estos meses hemos visto una progresión notable en el servicio del jugador de Murcia, que ha aumentado tanto la velocidad como la eficacia. Y en el caso de Sinner, la mejoría en el saque ha sido incluso más evidente. Basta comprobar que sólo concedió una rotura en los cinco partidos disputados durante este último torneo. A esto hay que añadir, además, la incorporación reciente de la dejada a su repertorio y una mayor efectividad en sus subidas a la red.

A lo largo de estos meses han vuelto a demostrar la gran igualdad existente entre ambos y la gran diferencia que mantienen con el resto de sus contendientes. Y no parece que esto vaya a cambiar de cara al próximo ejercicio. De momento, no se vislumbra a nadie que pueda inquietarles y, mucho menos, apartarlos de esa lucha porque uno de ellos sea reconocido como el mejor de cada temporada.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Toni Nadal
Tío y mentor de Rafael Nadal, entrenó al tenista mallorquín durante casi tres décadas. Previamente dirigió el Club Tenis Manacor y durante toda su vida se ha dedicado a la formación. Es autor del libro ‘Todo se puede entrenar’ y hoy día imparte conferencias motivacionales. Desde 2017 firma columnas en EL PAÍS sobre la actualidad de su deporte.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_