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Mads Bidstrup, capitán del Salzburgo: “Zidane fue muy importante para mí”

El danés recuerda su gol de volea en el Bernabéu en la Champions antes de jugar contra el Real Madrid en el Mundial de Clubes

Pachuca vs Salisburgo
David Álvarez

El vestuario del Salzburgo, rival del Real Madrid este jueves en Filadelfia (madrugada del viernes en España, 3.00, Dazn y Telecinco), se mueve estos días del Mundial de Clubes al ritmo de Yamore. Se trata de un viejo tema de 2002 del maliense Salif Keita y la caboverdiana Cesária Évora revitalizado ahora con un toque afro house que le ha dado una nueva vida en TikTok. También en la lista de reproducción del mediocentro danés Mads Bidstrup, de 24 años, capitán y DJ del equipo austriaco. “Mis compañeros están siempre encima de mí, pidiéndome cosas nuevas”, cuenta a través de una videollamada unos días antes de comenzar el torneo. “Paso mucho tiempo actualizando mis listas para que el equipo esté contento”.

Llegan a la última jornada con todas las opciones abiertas, y se las juegan contra el Madrid, en el segundo enfrentamiento del año, después del de enero en la Champions en el Bernabéu. “Es un sueño de infancia jugar contra el Madrid. La última vez fue increíble, aunque el resultado no fue tan bueno [perdieron 5-1], pero fue una experiencia espectacular. Jugar en ese estadio siempre es especial. Espero que ahora estemos en un momento mejor y podamos competir un poco más que la última vez”, dice. “Tuvimos unos 25 minutos buenos antes de que los jugadores de calidad empezaran a jugar de verdad”.

Pese al resultado, Bidstrup guarda un buen recuerdo de aquella noche, desde la aproximación al Bernabéu: “Recuerdo llegar en el autobús y pensar: ‘Es grande, pero no tan impresionante como San Siro o algo así’. Pero luego entras por los pasillos, con todas las leyendas en las paredes y te sientes cada vez más pequeño. Y cuando sales al campo y se abre todo el estadio, es enorme, increíble. Sientes que puedes mirar arriba y no tiene fin…”.

De aquella primera vez en el Bernabéu, tan complicada, guarda sin embargo un instante inolvidable. Le marcó al Madrid el único gol de su equipo. “Fue un partido muy duro. Recuerdo que al final solo intentaba recobrar el aliento, sobrevivir los últimos 10 minutos”, recuerda. “Normalmente, no soy el tipo de jugador que acaba en el área, soy más un centrocampista defensivo. Pero, de repente, me encuentro al borde del área, llega un centro y recuerdo pegarle con la zurda. Sentí el balón casi rodeándome el pie, lo golpeé perfectamente”. La alegría de marcar en un lugar así, y el desconcierto por el efecto: “El estadio se quedó en silencio. No sientes que acaba de pasar algo increíble. Vas corriendo y no entiendes del todo lo que acaba de pasar. Pero es un gol que recordaré toda la vida. Fue una locura”.

Fue una volea hermosa, con un vago aroma a la de Zidane en la final de la Novena. “Quizá se parece un poco. Sentí como: ‘Bueno, ahora necesito cortarme el pelo, tal vez quedarme calvo también”, bromea. El francés ha sido uno de sus referentes. “Recuerdo estar en el colegio viendo vídeos de Zidane en YouTube. Obviamente, no estoy ni cerca de ser el mismo jugador que él. Pero era genial ver sus partidos antiguos y los goles que marcaba. Zidane fue muy importante para mí”.

No es el único ex del Madrid que le ha marcado: “Mi mayor ejemplo a seguir es Cristiano Ronaldo. Desde que tengo memoria, siempre he tenido una camiseta suya. MI padre es aficionado del Manchester United y me metió en todo lo de Ronaldo. Admiro su ética de trabajo y cómo se convirtió en el jugador que es hoy. Me inspira a trabajar duro y ser el mejor jugador posible”.

El camino que ha recorrido hasta verse en este Mundial de Clubes no ha sido sencillo. Despuntó muy joven en Dinamarca y le reclutó el Leipzig cuando solo tenía 16 años. “Lo elegí porque sentía que estaba preparado, pero recibí un buen baño de realidad. No estaba listo en absoluto. Fue duro. Era muy joven. En Copenhague pensaba que podía conquistar el mundo, pero a los 16 sigues dependiendo mucho de tus padres. Fue una época difícil en Leipzig, con una cultura diferente, entrenamientos más duros... Además, tuve una lesión que lo complicó todo. Pero aprendí mucho, tanto de fútbol como sobre mí mismo. Si tuviera que elegir de nuevo, lo haría al 100% por la experiencia. No estaría aquí ahora si no hubiera tomado esa decisión”.

Pasó allí tres temporadas en las categorías inferiores y firmó por el Brentford, que jugaba en la segunda inglesa y terminó ascendiendo a la Premier, donde llegó a disputar cuatro partidos. Sin embargo, no jugaba tanto como quería y en invierno decidió regresar a Dinamarca, al Nordsjalland. “Fue una buena decisión para tener minutos de manera regular”, lo que le permitió dar el salto al Salzburgo en 2023. “Fue la elección perfecta. Su estilo de mucha intensidad, duelos y juego directo es lo que mejor hago. Es uno de los mejores lugares para crecer como jugador joven, con competiciones como la Champions y ahora el Mundial de Clubes”.

Este camino también ha ido dejándole huellas sobre la piel: tatuajes con referencias a sus padres y a su hermano pequeño, una máscara de Darth Vader y versículos de la Biblia. Como el que le regaló su pastor cuando se confirmó con 15 años: “Confía siempre en el Señor, porque el Señor es una roca eterna”, de Isaías, 26:4. “Tiene mucho significado para mí. Me ayuda mucho, sobre todo antes de los partidos grandes. Para apoyarme en algo más grande que yo”.

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Sobre la firma

David Álvarez
Sigue la información del Real Madrid y la selección española en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de la sección de Deportes. Ha cubierto los Juegos Olímpicos, el Mundial de fútbol y la Eurocopa. Antes trabajó en ABC, El Español, ADN, Telemadrid, y La Gaceta de los Negocios. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra.
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