

El Bayern confirma en Cincinnati que 900 millones pueden más que cinco
El equipo alemán inaugura la cuenta de goles del Mundial de Clubes con un 10-0 ante el Auckland, único equipo amateur del torneo


El Bayern Múnich y el Auckland City demostraron empíricamente que 900 millones de euros pueden más que cinco. Por si había dudas. Gracias al Mundial de Clubes de la FIFA, experimento social y deportivo sin precedentes, la diferencia de valor entre una plantilla de aficionados y una de profesionales de primera categoría se expresó en el laboratorio de Cincinnati con un 10-0 que los hinchas apostados en las gradas medio llenas, medio vacías, celebraron sin demasiado entusiasmo. El Bayern no precisó salir de su zona de confort. Le bastó con presionar, colgar centros y tirar desde fuera del área. Sin esforzarse por imaginar otra cosa, arrasó.


La directiva del Bayern necesitaba un momento de sosiego después de varias semanas agotadoras en un intento por reconfigurar una plantilla que no acaban de redondear. La negativa de la nueva perla del fútbol alemán, Florian Wirtz, que les dio esquinazo cuando le creían fichado, supuso un hito en la historia reciente de un club acostumbrado a contratar sin apenas competencia a todos los grandes talentos que produce el país. Al chasco de Wirtz siguió la opereta de Leroy Sané. El extremo, considerado por el presidente Uli Hoeness hasta hace un año como la gran estrella alemana de la plantilla, terminaba contrato en julio. Después de acordar verbalmente una renovación que le aseguraba un sueldo de ocho millones de euros netos, rompió con su agente, se puso en manos de Pini Zahavi, y rechazó la oferta. Entonces el Bayern le ofreció 12 millones de fijo más tres de variables que igualmente rechazó para vincularse al Galatasaray, flamante campeón de Turquía. El acto de la firma, celebrado en Estambul la semana pasada, fue un show. Pero Sané sigue en el Bayern.
Sané, de 29 años, viajó a Estados Unidos ya que tiene contrato hasta julio, y jurídicamente debe estar disponible para prestar servicios al Bayern hasta octavos de final. Luego se libera. “Es un problema del calendario”, dijo Vincent Kompany, el bonachón entrenador del Bayern. “Este Mundial está en el medio de la ventana de fichajes, Leroy quiso venir, y lo demás forma parte del negocio del fútbol”.
Más negocio que fútbol fue lo que se vio en el estadio TQL de Cincinnati. Por si acaso, Kompany no alineó ni un minuto a Sané. No hizo falta. Los caprichos del atacante de 29 años han condicionado la estrategia deportiva del club desde que llegó procedente del Manchester City, en 2020. Su sustituto, el inglés Michael Olise, no tiene nada que envidiarle. Su marcador, Nathan Lobo, pasó una tarde de perros. El zurdo se le fue por potencia, por velocidad y por astucia. Metió dos goles y dio una asistencia camino del 6-0 del descanso.
Fueron los primeros tantos en reflejarse en los marcadores del campeonato que se celebra en Estados Unidos: Coman los inauguró en el 1-0 gracias a una defensa desesperada que apenas salió del área chica, en donde el más pintón resultó Conor Tracey. Este portero, experto en el manejo de toros mecánicos en un almacén de las antípodas, hizo tres paradas modestas que, considerando el incendio, le lucieron.
Olise y Musiala
Olise fue elegido MVP del partido. Fue sin duda el jugador más destacado de un Bayern acomodaticio, que se contentó con presionar a sus angustiados oponentes para resolver las jugadas a base de remates de media distancia y centros. Centros de los laterales, de los extremos, de los pivotes. Emplazado por Kimmich y Pavlovic, el equipo bávaro careció de imaginación para más. En el proceso condenó a su futbolista más inteligente, Harry Kane, a vivir encerrado entre diez rivales y el portero, en cinco metros cuadrados, a ver venir balones llovidos.
Tuvo que entrar Musiala en la segunda parte para cambiar la onda. El volante llevaba dos meses de baja y su ingreso tuvo un efecto revolucionario porque en lugar de centrar se metió por dentro. Bingo. Hizo tres goles para liquidar un trámite forzosamente distorsionado por la naturaleza del torneo: 31 tiros a favor del Bayern por uno en contra y 72% de posesión. Nada sorprendente cuando por debajo de la alfombra del máximo nivel se enfrentan aficionados de Oceanía contra aspirantes a ganar la Champions.
Grupo C | PT | PJ | PG | PE | PP |
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