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Las secciones del Barça, orgullo y tijera: acumulan 235,9 millones en pérdidas desde 2021

Pese al crecimiento de los ingresos y la contención del déficit, las secciones profesionales azulgranas sufren recortes. Solo la sección femenina de fútbol presenta beneficios los dos últimos ejercicios

Ser un club polideportivo implica un peaje económico considerable para el Barcelona. La identidad que la entidad ha reivindicado durante décadas bajo el lema més que un club se ha sostenido en sus secciones, ahora cinco profesionales —fútbol femenino, baloncesto, balonmano, fútbol sala y hockey patines— que, de forma estructural, han sido históricamente deficitarias. Desde 2021, estas disciplinas han acumulado pérdidas cercanas a los 235,9 millones, de los que el 65% se han concentrado en el baloncesto.

Aunque los ingresos han crecido y el déficit anual se ha reducido unos 24 millones respecto a hace cuatro años, la delicada situación económica del Barça y las restricciones del fair play condicionan a las secciones, por las que el club ha pasado la tijera. Solo el fútbol femenino, con beneficios los dos últimos ejercicios, el último de dos millones, había escapado de esta dinámica.

Los recortes han generado salidas traumáticas, como las de Mirotic o Jasikevicius en el baloncesto, o han forzado la apuesta por la cantera, como en el fútbol femenino. El éxito deportivo —en la 2022/23 el Barça conquistó las seis ligas de todas sus secciones profesionales— es cada vez más difícil de sostener, principalmente en el ámbito europeo. “Esto hace que nos cueste mantener el nivel”, confesó este verano Xavi O’Callaghan, responsable de deportes profesionales del Barça. El reflejo fue el curso 24/25, que se cerró sin ninguna Champions, circunstancia inédita desde 2019.

El objetivo sigue siendo competir y ganar, incluso entre recortes. El reciente triunfo del balonmano en el Mundial de Clubes es un ejemplo, aunque con un asterisco: Nielsen, considerado el mejor portero del mundo, no continuará la próxima campaña. “Nos sentimos en desventaja”, afirmó O’Callaghan.

Cada temporada, LaLiga calcula el límite de coste de plantilla en función de los ingresos y gastos previstos, y el Barça reparte ese margen entre masa salarial inscribible —jugadores, primer y segundo entrenador y preparador físico del primer equipo masculino— y no inscribible, donde se incluyen el resto del staff del primer equipo, filial, fútbol base y todas las secciones. La temporada pasada, el club dispuso de 91 millones de masa salarial no inscribible, con dos tercios para el baloncesto (31,5 millones), fútbol femenino (13,75), balonmano (7,5), fútbol sala (4) y hockey patines (2). Para este curso, según O’Callaghan, la cifra aumenta hasta los 95 millones, con 56 de ellos destinados a las secciones: el femenino aumenta un millón, y estabilidad en el resto.

Excepto para el baloncesto, que reduce su masa salarial hasta los 28,75 millones. Se trata de la sección históricamente más deficitaria, pese a haber duplicado ingresos desde 2021 y rebajado los salarios deportivos, recortados respecto a entonces un 22%. Y eso que el club ha disminuido la hemorragia: el déficit ha descendido hasta los 20,6 millones, frente a los 34,68 de hace cuatro años. Sin títulos en las dos últimas temporadas, la afición ha encontrado oxígeno con la llegada de Xavi Pascual.

El contrapunto lo ofrece el fútbol femenino, un oasis que empieza a vislumbrar su techo económico. Desde 2021 ha multiplicado por cinco sus ingresos, de 4,42 a 21,69 millones, y ha triplicado el gasto en salarios. Sin embargo, no se ha librado del fair play tras un verano de numerosas salidas y una política de fichajes austera. Pese a todo, sigue sin rival en España y mantiene el pulso en Europa.

El resto de secciones se mueve en un equilibrio frágil. El balonmano continúa dominando España, pero en Europa se enfrenta a rivales con mayor músculo. Su inversión en salarios ha caído un 26%, de 8,81 millones en 2021 a 6,49 en 2025. El hockey patines mantiene su hegemonía doméstica y sigue compitiendo en Europa, aunque no levanta la Copa de Europa desde 2018, y su pequeño gasto en salarios se ha reducido un 11%. El fútbol sala, segundo en la Liga, encadena su segunda temporada fuera de la Champions, y ha visto recortados sus salarios en un 26% frente a 2021.

El Barça trata de preservar su ADN polideportivo en un contexto de supervivencia financiera. Ser más que un club sigue siendo motivo de orgullo; y en el escenario actual, también un desafío económico.

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Sobre la firma

Irene Guevara
Es redactora en la sección de Deportes y sigue la actualidad del FC Barcelona. Está especializada en fútbol femenino, la mujer en el deporte y el colectivo LGTBIQ+. Ha cubierto la Champions Femenina. Es licenciada en Periodismo por la Universitat Pompeu Fabra, y ha iniciado su carrera en EL PAÍS.
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