El Madrid mea siempre con la misma
Es muy difícil construir un equipo de autor en el Bernabéu, mear con la tuya, como diría Guardiola. Y eso no es bueno ni malo en sí mismo, es solo la historia del club


Pep Guardiola, experimentado samurái de las ruedas de prensa en el Bernabéu —ya saben, el puto amo, Xosé, cuál es tu cámara…—, le aconsejó el martes a Xabi Alonso que mease con la suya. “Y como no mea colonia, lo hará bien”, redondeó luego. Ya tenéis el titular, dijo a los periodistas de Madrid, a los que años antes, en esa misma sala, había bautizado como Central Lechera. La realidad, sin embargo, es que todo lo escatológico mezcla mal en el título. Y, además, no estaba claro para quién iba el bofetón. ¿Con cuál se suponía que había meado Alonso hasta ahora? ¿Con la de Florentino, quería decir Guardiola? En todo caso, vistos los primeros compases del partido, dio la sensación de que Xabi le hizo caso a su maestro y echó mano de su propia fisiología para afrontar el encuentro. Sin Mbappé, fundamentalmente. Presionando arriba, con Carreras convertido en Cafú.
Más allá de la metáfora, de semiótica y escatología muy catalana, cuando el árbitro pitó la media parte, no había manera de determinar ya con la de quién meaba cada cual. Xabi lo intentó los primeros minutos. Pero no se dio cuenta de que en ese momento Guardiola, que se había pasado la rueda de prensa recostado para atrás, crecido como solo lo hace cuando va al Bernabéu, ya estaba meando con la que suele hacerlo el Madrid. O sea, a la contra, con un poco de suerte, sin jugar a grandes cosas. Ganando sin terminar de merecerlo todo el tiempo. Y cuando eso no salía bien, meando con la de Doku, una de sus estrellas, ese extraordinario extremo belga que se sacó de la manga Txiki antes de irse. Porque si uno prescinde de relatos baratos de autoayuda, puede encontrarle enormes ventajas a recurrir a la de otro para determinadas empresas.
A mí, por ejemplo, me gustaría mear con la de Santiago Segurola o Ramon Besa cuando me pongo a escribir esta columna. También con el de Leila Guerriero o el de Noelia Ramírez, que acaba de publicar Nadie me esperaba aquí (Anagrama, 2025), un fantástico libro, en parte, también sobre esa misión imposible de lograr ser una misma. Pero me conformo y, sobre todo, se tienen que resignar los lectores con lo que hay. Tengo la ventaja de que en la empresa donde trabajo, hasta ahora, he podido elegir. Pero sospecho que ni a Xabi Alonso ni al que venga luego, si es que eso sucede pronto, le ocurrirá igual.
El problema del Real Madrid, más allá de las exigencias del palco o la micropolítica de banquillo, es que siempre toca mear con la misma. Ayer, cuando mejor jugó el equipo, lo que se reconoció no fue un estilo determinado, ni aquel modelo coral que implantó Xabi en el Leverkusen. Lo que había era el Madrid de siempre, asfixiante, épico. Un equipo que desborda a oleadas de ambición capaces de ahogar al rival en su área. Un estilo que no tiene tanto que ver con la pizarra, sino con la victoria y el aplastamiento.
El inconveniente de esos intangibles, sin embargo, es siempre el mismo. Lo resumió Cruyff una vez a propósito de otro asunto: si no entendían por qué ganábamos, cómo iban a saber por qué perdemos. Y, de algún modo, le respondió Ronaldo Nazario años más tarde: “Perdimos porque no ganamos”. Y eso, me temo, será siempre igual en el Real Madrid. Es muy difícil construir un equipo de autor en el Bernabéu. Mear con la tuya. Y eso no es bueno ni malo en sí mismo. Es solo la historia del club.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Más información
Archivado En
Últimas noticias
España ocultada
De Plus Ultra a la SEPI y detalles de la trama de hidrocarburos: los casos de corrupción que estallan
¿De dónde salió la peste porcina? El laboratorio catalán de la zona con jabalíes infectados hacía experimentos justo con esa cepa del virus
Tomándose un vino en una isla portuguesa: así la Guardia Civil detuvo a Natalio Grueso, el gestor cultural prófugo desde hace dos años
Lo más visto
- Lituania declara el estado de emergencia para hacer frente a la oleada de globos procedentes de Bielorrusia
- El Congreso estudia una proposición de ley para unificar a todos los funcionarios de categoría A en un único grupo
- Nemo devuelve el trofeo que ganó en Eurovisión por el apoyo de la UER a Israel: “No creo que deba estar en mi estantería”
- La asociación de fiscales progresistas ve en la sentencia del Supremo “un giro constitucionalmente letal”
- Jornada política del 11 de diciembre de 2025 | El PSOE convoca este viernes a las responsables de Igualdad de sus federaciones por el ‘caso Salazar’






























































