

El Barça, de un ataque de pánico al júbilo del gol de Araujo
Un tanto del central uruguayo en el minuto 93 concede al cuadro culé una sufridísima victoria contra el Girona


No se sabe muy bien todavía si Araujo es el central que necesita el frágil equipo de Flick. A la espera de encontrar su sitio en el área propia, el charrúa solucionó momentáneamente en la contraria un partido que no tenía remedio para el Barcelona. Alcanzado ya el tiempo añadido, en la última jugada, el uruguayo dejó de correr la banda como si fuera Lamine, no quiso esperar tampoco el centro que no llegaba para cabecear igual que Lewandowski y se situó en el pico del área pequeña para cruzar con el empeine el centro de De Jong en el minuto 93. Un gol de garra, a la desesperada, que evocó los tiempos en que Cruyff ponía a Alexanco de nueve.


Acertó Araujo y ganó el Barça. La victoria fue celebrada con dos cortes de mangas de Flick, expulsado e igual de desquiciado y confundido que el equipo, falto de autoridad y embargado por las dudas, perdonado por el Girona. Al técnico le salió bien la apuesta de Araujo como ariete para salvar una cita que tenía muy mala pinta desde la previa para el Barça. Marcó Araujo cuando ya no estaban Pedri ni Lamine.
Ahora mismo no se sabe qué ha sido del Barça de Flick. Aquel equipo aventurero y encantador que sometía a los rivales y entusiasmaba a los aficionados se ha extraviado. La euforia final fue tan grande como el despropósito de su juego hasta el gol de Araujo. No es una novedad si se repasa la trayectoria barcelonista y las últimas derrotas ante el PSG y el Sevilla. El pasado exigía la victoria porque el próximo martes aguarda el Olympiacos y el domingo hay clásico en el Bernabéu. Muy posiblemente el triunfo será un alivio si se tiene en cuenta que el fútbol del Barça fue a menudo calamitoso, condicionado por la inconsistencia y vulnerabilidad de la defensa y la falta de delanteros, superado por una muy buena versión del Girona.
Las lesiones obligaron a cada entrenador a sacar una alineación con fórceps. Flick calzó a Casadó en la medular con Pedri y De Jong y apostó por Toni Fernández junto a Rashford y Lamine. La delantera del equipo campeón (Lamine, Lewandowski-Raphinha) no ha jugado ni un cuarto de hora desde que empezó la Liga. Hasta cierto punto sorprendió incluso que de inicio jugara el recuperado Lamine, protagonista desde el parón de selecciones.
No pareció una formación improvisada porque el juego salía fácil y rápido, con el campo muy abierto, la presión alta y la defensa montada sobre la divisoria, con Eric como central zurdo y Cubarsí a la derecha, una novedad más que subraya las vueltas que le da el técnico a la disposición defensiva para recuperar la fiabilidad perdida desde la salida de Iñigo Martínez. El Girona no salía de su área, reculaba y reculaba, hasta conceder el gol en el primer tiro que cogió portería del Barça. A falta de espacios y rematadores, la solución fue Pedri, que mezcló con Koundé y Lamine, para cruzar con la zurda al poste izquierdo de Gazzaniga.
El Barcelona se dio un respiro y el Girona pudo atravesar el campo por el costado izquierdo con Joel Roca. A la salida de un córner, en la segunda jugada, Arnau puso un centro que Witsel remató de chilena. El empate desnortó a los azulgrana, cada vez más impacientes y erráticos, fracturados en la medular, y el partido quedó a merced de los delanteros de Míchel: Szczesny ganó un mano a mano con Vanat, Portu remató al palo sobre la salida del meta, Witsel perdonó un disparo franco y Bryan Gil remató alto cuando estaba solo ante el meta del Barça.
Aunque Gazzaniga sacó un remate a De Jong y Rashford lanzó una falta al larguero, los azulgrana perdían la pelota sin parar, cerraban mal, muy permeables en la divisoria. Hasta Pedri fallaba los pases más sencillos, víctimas los barcelonistas de un ataque de pánico ante un rival muy bien organizado. Flick quitó a Toni Fernández por Fermín.
Los disparos de media distancia de Fermín sostenían al ataque azulgrana en un partido muy abierto y sin un gobernador claro. La rueda de cambios activó inesperadamente a los azulgranas porque los sustituidos fueron los cansados Pedri y Lamine. El equipo de Flick se arrimó más y mejor al área con De Jong y Rashford y el Girona mantuvo sus opciones por los lapsus de Koundé. Nadie parecía cansado, mucho menos el bravo Araujo, un jugador a ratos que no pierde la paciencia a pesar de jugar poco con Flick.
El uruguayo permitirá que el partido gire alrededor de su gol más que sobre el plan de Flick. Más que un problema de desajustes y matices, de dudas y de inseguridad, de una cuestión coyuntural, el Barcelona parece tener un problema estructural a estas alturas de la Liga.
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
1
![]() |
22 | 9 | 7 | 1 | 1 |
2
![]() |
21 | 8 | 7 | 0 | 1 |
3
![]() |
17 | 9 | 5 | 2 | 2 |
4
![]() |
16 | 9 | 4 | 4 | 1 |
5
![]() |
15 | 9 | 4 | 3 | 2 |
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
16
![]() |
8 | 9 | 2 | 2 | 5 |
17
![]() |
6 | 8 | 0 | 6 | 2 |
18
![]() |
6 | 9 | 2 | 0 | 7 |
19
![]() |
6 | 9 | 1 | 3 | 5 |
20
![]() |
5 | 8 | 1 | 2 | 5 |
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
