

El Atlético destroza al Madrid y da la campanada en el derbi
El equipo de Simeone golea al de Xabi Alonso con un partido fantástico sin apenas altibajos en el que minimizó al rival sin permitirle ni un tramo de dominio y en el que brillaron Sorloth y Julián


El Real Madrid de Xabi Alonso que está estudiando el nuevo manual, los nuevos mapas, sus estructuras, se derritió al encontrarse con el viejo códice de Simeone impulsado por un inusual apetito atacante. El Atlético superó al Madrid de manera casi constante, sin apenas respiros, salvo los chispazos de Mbappé, Güler y Vinicius que produjeron sus dos goles. Pero ante la bestia del vecino, el equipo de Simeone se elevó un peldaño sobre lo que había mostrado esta temporada, ventajas iniciales que veía esfumarse casi cada tarde. O quizá fueron más peldaños. Despacharon una función de mucho fuste en la que se diluyó el Real que lo había ganado todo. Lo engulló el Atleti hasta desquiciarlo marcándole cinco goles, algo que no sucedía desde 1950. El duelo se cerró con un pelotazo desesperado de Mastantuono al público.


Para abordar el primer gran hueso del curso, Xabi dio a Bellingham, intrascendente, su primer partido como titular después de la operación de hombro, y dejó fuera al argentino. Ubicó en la derecha a Güler, que se mantuvo en el once en la primera cita de peso. Como Vinicius, que después de entradas, salidas y enfurruñamientos, salió de inicio por tercera vez consecutiva. Al otro lado, Simeone optó por acompañar a Julián Alvarez arriba con la contundencia de Sorloth, que prefirió a la finura de Griezmann. Y resultó demoledor.
Colocado ante un ejemplar de tonelaje, el Madrid se vio transformado más que el Atlético. El equipo de Simeone empezó sin dudas ni reservas, mientras que Xabi veía a los suyos desdibujados, casi transparentes. El arreón rojiblanco de salida amenazaba con abrasar de manera definitiva al Real. Castigaba por las bandas con Nico González y Giuliano Simeone, escapaba de la presión sin rasguños y robaba arriba. Courtois vio su área invadida dos veces antes de que se completara el primer minuto. Fueron incursiones periféricas, pero anunciaban el castigo de la espalda de Militão y Huijsen que se venía. Hancko lanzó desde su campo a correr a Sorloth, y se vio a solas frente a Courtois. Pero mientras armaba el tiro apareció Militão, le birló la pelota y el delantero le pateó la pierna izquierda, lo que obligó al brasileño a retirarse en el descanso. Poco después cabeceó un centro de Barrios. Los movimientos del noruego resultaban indescifrables.
También parecían fuera de su alcance los centros laterales. Giuliano puso el siguiente y Le Normand remató de cabeza a la red por encima de Tchouameni. El incesante peligro del Atlético le caía encima a Courtois como al que abre el compartimento del avión nada más aterrizar después de un vuelo agitado.
Bajo el orden de Koke y Barrios, el empuje del Atlético había borrado al Madrid, cuyo centro del campo, con Tchouameni y Valverde en el centro, no estaba ni cerca de gobernar algún tramo. La respuesta no la amasaron, sino que llegó de un pase filtrado de Güler a Mbappé, la sociedad más prometedora. El francés entró al área, cruzó y marcó. Clínico.















El siguiente golpe comenzó en el mismo punto desde el que se adelantó el Atlético, la cabeza de Le Normand. Despejó mal un envío aéreo, Mbappé recogió el regalo y abrió a Vinicius. El brasileño burló a dos defensas con una frenada en el área y la dejó atrás para el remate certero de Güler. Dos ataques del Madrid, dos tiros, dos goles. Nada más. Nada menos.
A contrapelo de su tradición, el Atlético bordaba el ataque y dejaba escapar el botín con una defensa dubitativa. Pero siguió cargando y volvió a sacar premio de otro centro lateral. La puso Koke y empató de cabeza Sorloth.
Esos centros eran sánscrito para la defensa del Madrid. En un córner de Julián, Güler levantó la pierna para despejar y golpeó también la cabeza de Nico. Como en el último derbi, la vuelta de octavos de la Champions, el argentino se vio con el balón en los once metros en el instante decisivo para inclinar el duelo, y esta vez acertó sin sombra de doble toque.
Xabi maniobró y reordenó el dibujo para probar con tres centrales. Pero nada. El Atlético, lejos de guardar como antaño, continuó empujando sin que el Real encontrara dónde agarrarse. Sorloth tuvo otro mano a mano con Courtois. Seguían. Hasta la falta directa que Julián clavó cerca del palo, lejos de la estirada del belga.
Bajo la losa del cuarto gol, el Madrid rodeó unos minutos el área de Courtois, con Rodrygo, Vinicius, Mbappé, Mastantuono y hasta Gonzalo. Nada. El Atlético también manejó ese tramo, otra vez sólido como en los viejos tiempos. Tanto, que aguardó el momento en que el Real se había destapado atrás, volvió a correr y Griezmann, que parecía que había entrado solo a consumir tiempo, anotó el quinto, para dejar temblando al balbuceante Madrid y rescatar la fe del enésimo proyecto de Simeone.
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
2
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16 | 6 | 5 | 1 | 0 |
3
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13 | 6 | 4 | 1 | 1 |
4
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12 | 7 | 3 | 3 | 1 |
5
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12 | 7 | 3 | 3 | 1 |
6
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11 | 7 | 3 | 2 | 2 |
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
1
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18 | 7 | 6 | 0 | 1 |
2
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16 | 6 | 5 | 1 | 0 |
3
![]() |
13 | 6 | 4 | 1 | 1 |
4
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12 | 7 | 3 | 3 | 1 |
5
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12 | 7 | 3 | 3 | 1 |
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