Revolución en el estamento arbitral: la Federación destituye a Medina Cantalejo y a toda la cúpula del Comité Técnico de Árbitros

Rafael Louzán, presidente de La Federación Española de Fútbol, ha comunicado a Luis Medina Cantalejo su destitución como presidente del Comité Técnico de Árbitros, cargo que desempeñaba desde hace cuatro años. La revolución emprendida por la Federación en el estamento arbitral es total, ya que junto al colegiado sevillano también salen del CTA Carlos Clos Gómez (responsable de VAR), Antonio Rubinos Pérez (adjunto a la presidencia) y los vicepresidentes Vicente José Lizondo Cortés, Bernardino González Vázquez y José Luis Lesma López. De esta forma, se confirma lo anunciado por Louzán y se emprende un cambio total en el arbitraje español.

Hasta esta semana, los responsables arbitrales han trabajado con absoluta normalidad, pero ya el lunes Louzán mantuvo una reunión con los árbitros en la que anticipó los cambios, que han sido comunicados en la mañana de este jueves. El colectivo arbitral ha sido muy criticado a lo largo de la temporada por los responsables de muchos equipos y muy especialmente por el Real Madrid, y Louzán, cuando fue confirmado en la presidencia de la Federación, ya anunció que realizaría cambios contundentes. Los nombres de los nuevos responsables del CTA se darán a conocer el próximo dos de julio. Los ascensos y descensos de categoría que se dieron a conocer esta semana han sido el último trabajo de importancia realizado por Luis Medina Cantalejo y su equipo.

“La Real Federación Española de Fútbol ha acordado una renovación en la dirección del Comité Técnico de Árbitros (CTA), en el marco del proceso de impulso y actualización que se está desarrollando en distintas áreas estratégicas de la institución”, ha informado la propia Federación en un comunicado. “Queremos expresar nuestro sincero agradecimiento a Luis Medina Cantalejo, presidente saliente del CTA, así como a los miembros de su equipo: Antonio Rubinos Pérez (adjunto a la Presidencia), Vicente Lizondo Cortés, Bernardino González Vázquez y José Luis Lesma López (vicepresidentes), y Carlos Clos Gómez (director del proyecto VAR), por la labor que han desempeñado durante estos años. Han ejercido su responsabilidad en un contexto especialmente exigente, con dedicación, profesionalidad y compromiso con el fútbol español”, se añade.

La destitución Medina Cantalejo era un secreto a voces en busca de una organización más eficiente del colectivo arbitral, donde no se descarta, incluso, un cambio radical en el modelo, más cercano al de la Premier o la Bundesliga, donde los árbitros no dependen solo y directamente de las respectivas federaciones. Todo apunta a una estructura más profesional del CTA, donde podría haber un responsable de gestión y otro de lo estrictamente deportivo. El cambio en el modelo quedó fijado en una reunión en Madrid, donde ya se acordaron medidas importantes en la organización de los colegiados. El propio Medina Cantalejo, que ha sufrido presiones muy duras en el desarrollo de su cargo, tenía asumida la destitución. El árbitro, con residencia entre Sevilla y Madrid, llegó a denunciar a la policía las amenazas que sufrió él y su familia en la capital de Andalucía.

Medina Cantalejo ha tenido que lidiar durante su mandato con el caso Negreira, que puso por los suelos la reputación de los árbitros, y también ha soportado una durísima oposición del Real Madrid a su gestión. El escándalo previo a la final de la Copa, donde el conjunto blanco amagó con no presentarse en la final por las declaraciones de los colegiados De Burgos Bengoechea y González Fuertes en la rueda de prensa previa.

Los árbitros, además, crearon un sindicato propio para defenderse, especialmente de la presión que ejerce el Madrid, aunque también contra las continuas situaciones de acoso que sufren. Por ejemplo, Del Cerro Grande apareció en una pancarta con su rostro en una mirilla. Este sindicato podría tener representación en la nueva estructura del propio CTA. Los árbitros se han sentido este curso más señalados, vigilados y acosados que nunca, hasta el punto de solicitar el amparo del Consejo Superior de Deportes y haber amagado con realizar una huelga.