La Justicia alemana condena a la Federación Alemana de Fútbol por evasión fiscal
Tendrá que pagar una multa de 130.000 euros por irregularidades relacionadas con el Mundial de 2006


La Federación Alemana de Fútbol (DFB) ha sido declarada culpable de evasión fiscal en el juicio conocido como el proceso Sommermärchen (cuento de hadas de verano), como fue bautizado el Mundial de 2006 que cambió la imagen internacional del país europeo. Casi dos décadas después de que se celebrase el evento deportivo que permanece en la memoria alemana como un tiempo maravilloso de partidos y fiestas donde los alemanes se reconciliaron con su pasado y volvieron a ondear la bandera alemana, el Tribunal Regional de Fráncfort ha condenado a la DFB a pagar una multa por evasión fiscal en relación con la organización del mundial. “En opinión de la sala, no hay duda de que la DFB ha evadido impuestos”, declaró la presidenta del tribunal, Eva-Marie Distler.
En total, ha sido condenada a pagar 130.000 euros, aunque se le han condonado 20.000 euros debido a la larga duración del proceso, que comenzó en marzo del pasado año. De los tres acusados iniciales, ninguno se sentaba en el banquillo al final del juicio. Los procesos contra los tres antiguos altos cargos de la DFB, Theo Zwanziger, Wolfgang Niersbach y Horst R. Schmidt, fueron archivados previo pago de multas, 10.000 euros, 25.000 euros y 65.000 euros respectivamente.
La fiscalía había acusado a la DFB de evadir alrededor de 2,7 millones de euros en impuestos y consideraba que se trataba de un caso “especialmente grave”, por lo que pedía una multa de 270.000 euros. Sin embargo, la defensa había rechazado la acusación de evasión fiscal intencionada y solicitado la absolución. “Creemos que no ha habido evasión fiscal”, afirmó el abogado de la DFB, Jan-Olaf Leisner, en su alegato del pasado lunes.
El proceso se centraba en un pago de 6,7 millones de euros realizado por la DFB a la FIFA en abril de 2005. Esta suma se transfirió a una cuenta del antiguo director general de Adidas Robert Louis-Dreyfus y correspondía a los diez millones de francos suizos que el director de la organización del Mundial, Franz Beckenbauer, había recibido del empresario francés como préstamo en 2002. La DFB ocultó el reembolso del préstamo como contribución a una gala de inauguración del Mundial que posteriormente fue cancelada y, un año después, lo declaró como gasto operativo.
Para el tribunal, hacía meses que estaba claro que este dinero se había utilizado para pagar sobornos a miembros corruptos de la entonces Comisión Financiera de la FIFA, en torno a Mohamed bin Hammam, a instancias de Franz Beckenbauer, y que, por lo tanto, se había incurrido en evasión fiscal deliberada. Los altos cargos de la DFB de entonces querían asegurarse de esta manera la subvención para el Mundial de 170 millones de euros que finalmente concedió la federación internacional.
En la exposición de los motivos de la sentencia, la jueza se mostró muy dura con la federación. “La DFB no puede permitirse todo, aunque el fútbol sea el deporte favorito de los alemanes”, indicó y señaló que se podría haber detenido todo mucho antes, en 2015, con una autodenuncia ante los organismos fiscales pertinentes. “Es muy raro y poco habitual que se imponga una multa a una federación en un proceso penal”, dijo. Asimismo, recordó que desde entonces se ha malgastado mucho dinero y apeló a la federación a preguntarse quién les asesora debido a que se han generado y se siguen generando gastos legales astronómicos. La DFB deberá asumir los costes del procedimiento.
“Los responsables externalizan la responsabilidad. Nadie tiene que contar con consecuencias personales”, afirmó Distler. En su opinión, “la DFB es la perdedora”. Además, la federación ha dado una “imagen catastrófica” en la gestión del asunto, agregó. “El proceso le ha costado mucho a la DFB. Su imagen está dañada. El fútbol alemán formaba parte del sistema de la FIFA”, afirmó la jueza en la exposición de los motivos de la sentencia. “La DFB también ha manejado pagos en negro y ha apoyado el sistema corrupto de la FIFA”.
Con la sentencia, se desvanecen las posibilidades de la federación de recuperar los 22 millones de euros que esperaba obtener en concepto de devolución de impuestos. La DFB tuvo que pagar esta suma en 2017, después de que se le retirara con carácter retroactivo la condición de organización sin ánimo de lucro para 2006 a raíz del escándalo del Mundial. En 2022, la DFB presentó una demanda ante el Tribunal Administrativo de Kassel, sobre la que aún no se ha dictado sentencia.
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