‘Nos crecen los enanos’, el manual de supervivencia culé

“Queremos hacer un libro sobre la cara B del Barça”, le dijo la editorial a Santi Giménez, periodista y subdirector de AS. Él pensó que muchos otros estaban más cualificados para tratar el tema a nivel histórico. Pero tuvo una idea: explicar a través de 19 relatos —”podrían haber sido muchos más”, asegura— las desgracias del barcelonismo, entremezclando la historia ya contada con anécdotas documentadas y relatos de ficción, algunos con más realidad de la que parece. Así surgió Nos crecen los enanos, una mirada ácida, pero con un regusto positivo: el aficionado azulgrana, o por demencia colectiva, o por pura resiliencia, siempre sigue adelante. “A pesar de las desgracias, nadie se borra, las asumes como una parte más. Está bien recordar que falleció un futbolista antes de jugar contra el Real Madrid, que se perdió en la final de la Copa de Europa que iba a recoger en Sevilla en la tanda de penaltis y no metieron ni uno… y nadie se bajó del equipo”, explica Giménez.

“Parece que es difícil ser culé”, apunta el periodista. “Tú firmas con un club, y no te has leído la letra pequeña. Si no, la gente solo sería de un equipo: del que gana”, responde Giménez. Para estructurar el libro, hizo una lista de momentos dolorosos del barcelonismo, y los escribió en orden cronológico: desde el casi cierre del club en 1908, pasando por la vida nocturna de Kubala o la derrota en Atenas, hasta el adiós de Leo Messi. Y faltaron muchos. “El cáncer de Abidal, el secuestro del padre de Romario, el del Barçagate… podría haber una ampliación”, bromea el periodista. Si tuviese que añadir una, lo tendría claro: “La del pasillo en el Bernabéu. Fue bastante humillante”. Y si pudiese hablar con algún antiguo protagonista, también: “Entraría en el despacho de Miró-Sans para decirle que entren en la Copa de Europa, que esa cagada la vamos a pagar generaciones”.

En todas las narraciones, el aficionado culé se convierte en un protagonista tragicómico. Se dibujan los entornos del barcelonismo: la eterna rivalidad con el Real Madrid, la identidad catalana del Barcelona, la presencia de mujeres en el periodismo deportivo, las tensiones entre directiva y banquillo e incluso un “pequeño homenaje” a los fotógrafos. Siempre, eso sí, con humor. “La idea es de quitarle un poco de trascendencia a todo”, asegura Giménez. Pero no solo es entretenimiento, sino también un recordatorio a los más jóvenes sobre la historia de su club, sobre los episodios más oscuros que a menudo quedan sepultados bajo las vitrinas, pero que forjan el carácter de superación culé. “Hay una generación que ha crecido con el Barça ganando todo el rato”.

Un auténtico manual de supervivencia emocional. Porque, como recuerda su autor, “se aprende más de las desgracias, y los buenos momentos están para disfrutarlos”. Pero no solo se aplica al Barça, y Santi Giménez lo tiene claro: “Cualquier equipo puede hacer su libro de desgracias”.