Un inflexible Piastri logra la ‘pole’ en Montmeló

En el fin de semana del cambio todo se presenta igual. Después de muchas sospechas, dardos envenenados y acusaciones cruzadas, la caravana del Mundial de Fórmula 1 se presentó en Montmeló con los comisarios de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) con nuevas atribuciones. En el Circuit entró en escena una nueva directriz técnica relativa a la flexibilidad de los alerones delanteros, un asunto que ha servido de arma arrojadiza de varios equipos en contra de McLaren, gran dominador de esta temporada. Los análisis previos de los especialistas vaticinaban un cambio de tercio en la dinámica del campeonato. Una sacudida que nunca llegó: la escudería de Woking (Gran Bretaña) monopolizará la primera línea de la parrilla del Gran Premio de España (15.00 horas, Dazn), en el que los bólidos papaya vuelven a tener todas las de ganar. Gracias a un último golpe de riñón en la última tentativa de vuelta rápida, Oscar Piastri, el líder del certamen, le birló la pole a Lando Norris, su vecino de taller y su más inmediato perseguidor en la tabla de puntos.

El giro del australiano fue perfecto; tanto, que le llevó a sacarle dos décimas a Norris, la mayor ventaja respecto del segundo en lo que va de calendario. Esta es la cuarta vez que el corredor de Melbourne saldrá sin tráfico, en un trazado en el que adelantar es complicado más allá del apagón de los semáforos. “Es un fin de semana fantástico hasta el momento. El coche se ha comportado muy bien”, resumió el piloto aussie, prácticamente sin inmutarse y con la frialdad que le caracteriza. “Simplemente, Oscar ha pilotado muy bien”, se limitó a reconocer Norris. Fernando Alonso se metió por tercera prueba consecutiva en la tercera criba de la cronometrada (Q3) y comenzará el décimo, mientras que Carlos Sainz no pudo pasar de la primera (Q1) y lo hará el 18º. “No hay que olvidar de dónde venimos”, reflexionó Alonso, muy satisfecho con el rendimiento exhibido en pista. “En Miami [tres grandes premios atrás] éramos el último equipo en velocidad, de modo que hemos dado varios pasos en la dirección adecuada”, resumió el asturiano.

En una disciplina en la que mandan los ingenieros, el quid de cualquier cuestión está en la maquinaria. Por eso, seguramente, pilotos y escuderías se alinearon para desconfiar del McLaren. Más concretamente, de los niveles de flexibilidad de la parte delantera del monoplaza. Específicamente, del alerón. El control de este parámetro puede permitir reducir la resistencia al avance (drag) del prototipo. Después de introducir cámaras de alta resolución para tratar de controlar esa flexión, la FIA introdujo en Montmeló una modificación en el protocolo de medición. Hasta ahora, los alerones podían flectar hasta 15 mm una vez aplicada en sus laterales una carga de 1000 N de presión. Ese margen queda reducido a solo 10 mm a partir de la cita en Montmeló. Eso ha hecho que varios equipos refuercen sus alerones. Sin embargo, poco parece importarle a McLaren este nuevo procedimiento, dado que tanto Piastri como Norris siguen por delante del resto, y así lo demostraron en todas las sesiones de entrenamientos disputadas.

“Todo se siente igual, y creo que el coche es más o menos igual de competitivo que en las últimas semanas. De modo que no creo que [el nuevo método de medición] tenga un gran impacto”, opinaba Alonso. “Si miramos la clasificación, no tiene mucho efecto. Pero, desde mi punto de vista, ya era lo que me esperaba”, coincidió Verstappen.