Ewa Pajor, la gran goleadora que surgió del granero
La delantera del Barça ha revolucionado a la selección femenina de Polonia


“Es el día más feliz de mi carrera”, aseguró el pasado diciembre Ewa Pajor, líder nacional, máxima goleadora de Polonia, tercera artillera histórica del Wolfsburgo y hoy la número nueve indiscutible del FC Barcelona. Sus compañeras la mantearon y se abrazó a ellas llorando tras el pitido final. Era su 28º cumpleaños. Pero su emoción iba más allá. Pajor acababa de marcar el gol que cambiaba la historia del fútbol femenino polaco: un tanto que sellaba, por primera vez, la clasificación de Polonia para un gran torneo internacional. El destino, la Eurocopa de Suiza. Un hito que Polonia —puesto 27 en el ranking FIFA— defenderá en un poderoso y complicado grupo en el que se medirá a la Dinamarca de Pernille Harder, la Suecia de Stina Blackstenius y Fridolina Rolfö y a una Alemania histórica, que será su primer rival hoy a las 21.00 en el Arena St. Gallen.
La selección alemana es la más laureada en la historia de la Eurocopa, con ocho títulos, además de dos Copas del Mundo y un oro olímpico. Sin embargo, no levantan un trofeo desde 2016, su mayor sequía hasta la fecha.
Están hambrientas, y enfrente estará una Polonia aún novata, sin experiencia en fases finales, pero que ha progresado y emergido en Europa bajo la tutela de Nina Patalon, la primera entrenadora en Polonia con el título UEFA Pro. Su problema es su gran remedio: dependen en exceso de Ewa Pajor, su futbolista estrella.
En Polonia, Pajor es un referente y la emperatriz del gol. Una jugadora que creció en un pequeño pueblo de 70 habitantes y dio el salto a los mejores equipos del mundo. En septiembre de 2022 se convirtió en la máxima goleadora de la historia de la selección absoluta con 67 tantos, y hace solo unos meses superó los 100 partidos como internacional. Su irrupción no fue casual: en 2013 ganó la Eurocopa sub-17 y fue elegida mejor jugadora del torneo. De aquella generación dorada, además de ella, hay otras cuatro futbolistas en la absoluta que disputarán esta Eurocopa: Ewelina Kamczyk, Paulina Dudek, Sylwia Matsik y Kinga Szemik. Pero es Pajor quien ha sido el gran motor y rostro del crecimiento del fútbol femenino en su país. Aun así, queda mucho por hacer. Las estructuras, la inversión y la visibilidad siguen siendo escasas, y las jugadoras esperan que, independientemente del resultado que obtengan en la Eurocopa, el torneo sirva de altavoz.
Pajor ha impulsado el fútbol en Polonia, y su figura se amplificó cuando llegó al Barcelona. En el club azulgrana cayó de pie, y se adaptó a la perfección. Tanto que en su primera temporada ha marcado 43 goles en 47 partidos, cifras que la convierten en la debutante más goleadora de la historia del club. El modelo de juego se adaptó a una nueve pura y Pajor también lo hizo al sistema posicional del Barça. En el club azulgrana sorprendió por su compromiso y profesionalidad, característica que destacan sus compañeras y excompañeras. Es la primera en llegar a los entrenamientos, es cuidadosa con su alimentación y su cuerpo, también en la preparación y prevención física. “Es una de las jugadoras más profesionales con las que hemos trabajado nunca”, explicaban empleados azulgranas. Pero también es la última en irse: practica grounding —camina descalza sobre el césped— después de los entrenamientos, como una meditación para ella.
Dentro del campo, Pajor es incansable. Rematadora nata, con una gran finalización y letal en el área. Y también es inteligente sin balón, con una gran lectura del juego, anticipando y explotando los espacios, insaciable en la presión alta y con una gran mejora en el juego asociativo. Es una jugadora más completa que la que aterrizó hace nueve años en el Wolfsburgo, donde se marchó como la tercera máxima goleadora histórica del club con 136 dianas.
Allí vivió su crecimiento y explosión. Al llegar, era tímida, reservada, y no entraba mucho en las bromas del vestuario. Pero fue creciendo, ganando presencia y madurez. Ahora lidera los grandes escenarios. Hoy, ante Alemania, se reencontrará con varias excompañeras de club a las que conoce bien. Y eso puede ser un arma.
Fuera del césped, es tranquila. Creció en Pęgów, un pequeño pueblo de Polonia con apenas 14 casas y una población de unas 70 personas, viendo el trabajo duro de su familia en su granja y golpeando con el balón la pared del granero. De pequeña, los chicos con los que jugaba se sorprendían por la cantidad de goles que marcaba. Ahora sorprende al mundo.
En su palmarés, tan solo le falta la Champions —ha perdido hasta cinco finales— y los títulos con su selección. Sea cual sea el desenlace para Polonia en esta Eurocopa, su intención es seguir peleando entre las grandes selecciones del continente. Para lograrlo necesitarán a su estrella, su goleadora y su referente: Ewa Pajor.
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