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Joyciline Jepkosgei se convierte en Valencia en la cuarta maratoniana más rápida de la historia

John Korir, un atleta tardío, vence en hombres y se confirma como uno de los dominadores de la distancia

Joyciline Jespkosgei
Fernando Miñana

Después de muchos kilómetros corriendo juntas, en paralelo, a la estela de sus liebres personales, aligerado ya el grupo de los secundarios que se crecen al verse al lado de las dos primeras mujeres, la keniana Peres Jepchirchir, la flamante campeona del mundo de maratón, atacó a su compatriota Joyciline Jepkosgei. Otra vez por delante. Como en sus tres anteriores enfrentamientos (victorias de Jepchirchir en Valencia, Boston y Londres). La rutina de la campeona olímpica y mundial. Pero en unos segundos se sintió desnuda. Había disparado una bala de fogueo. Un chispazo que se encendió y se apagó en cuestión de segundos. Antes de un kilómetro, Jepkosgei y su guía habían cazado a la aventurera. La dejó madurar a su espalda y en el tramo final de la carrera, en el kilómetro 39, pasada la plaza de toros, le metió la estocada final y se lanzó a por el triunfo en Valencia. Joyciline bajó hasta la postal de la Ciudad de las Artes y cruzó la meta en un tiempo caprichoso (2h 14m) que la deja cuarta en el ranking mundial de todos los tiempos.

Unos minutos antes, otro keniano, John Korir, se había coronado en la prestigiosa meta de Valencia con su mejor marca de siempre (2h 2m 24s). El ganador había jugado con sus rivales, el plusmarquista de este circuito, el etíope Sisay Lemma, que se deshizo como el azúcar en el café. Luego vinieron los demás: Deriba, Kangogo, Dida. Todos pagaron la osadía de seguir a un atleta que hace dos meses, en Chicago, corrió 30 kilómetros a ritmo del récord del mundo. Korir dejó que fueran con él hasta más allá del ecuador de la carrera, por donde pasaron en una hora, un minuto y 47 segundos, más lentos que en la segunda mitad, donde este keniano de 29 años desató su ataque, con un paso del kilómetro 25 al 26 en 2m 48s, para completar ese segundo parcial en una hora y 37 segundos.

Korir sube hasta el octavo puesto del ranking histórico y, más importante que eso, se perfila como uno de los aspirantes a dominar la distancia en los próximos años. No ha tenido un camino fácil. John siempre ha seguido los pasos de su hermano Wesley, quien, como él, 13 años antes, ganó el maratón de Boston (2012). Aquel triunfo, y otros, cambió la historia de los Korir. Wesley aprovechó las ganancias para pagar los estudios de sus seis hermanos pequeños. En el penúltimo descubrió un talento para correr al ver que podía seguir los pasos de Tarah, su mujer, una mujer de 2h 35m en maratón. Le animó a seguir pero sin dejar de estudiar.

El pequeño John progresó y se instaló en Estados Unidos para entrenar con Ron Mann bajo la tutela de su hermano Wesley. Debutó en el maratón con 22 años, en Otawa, donde bajó de 2h 10m. Pero en el siguiente intento se retiró y al llegar al hotel tuvo una discusión acalorada con sus mentores. John se volvió a Kenia y sobrevivía conduciendo tractores. A los dos años se reconciliaron después de prometer que sería más serio en los entrenamientos. Fue entonces cuando llegaron los triunfos en Chicago y Boston. Allí, en la meta de Boylston Street, le esperaba Wesley, la persona que le mostró el camino y le enseñó a ser generoso. John entregó una décima parte del premio en Boston (150.000 dólares) a un proyecto solidario de Kenyan Kids Foundation, la fundación que creó su hermano para ayudar en la escolarización de los niños de su región.

Por detrás de Korir entraron dos europeos y un japonés, todos con el récord nacional de su país. Primero, el alemán Petros, luego el noruego Kibrab y después, ya fuera del podio, el japonés Osako. Sexto, sorprendente, el británico Alex Yee (2h 6m 38s), el cmapéon olímpico de triatlón.

Los españoles también brillaron en una luminosa mañana, sin viento y con algo de calor, en Valencia. Ibrahim Chakir fue el mejor de todos (2h 7m 21, decimosexto) y el primero de los seis que lograron la mínima para el Europeo de Birmingham y una nueva marca personal: Jorge González, el debutante Nassim Hassaous, Carlos Mayo, que volvió a sufrir en Valencia, el también debutante Fernando Carro y Jorge Blanco. La mejor de las mujeres fue Meritxell Soler, la odontóloga catalana, de Sant Joan de Vilatorrada. A sus 33 años firma una nueva marca personal (2h 23m 49s, novena) y logra también la mínima para el Europeo, como Ester Navarrete, la segunda española

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Sobre la firma

Fernando Miñana
Lleva en el periodismo desde 1993. Primero en 'Las Provincias' y escribiendo para los periódicos del Grupo Vocento, y ahora en EL PAÍS. También colabora con Valencia Plaza y la revista 'Corredor'. Viaja habitualmente a los campeonatos internacionales de atletismo.
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