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Tres ultras arrestados por matar a pedradas al conductor de un autobús con aficionados del equipo rival en Italia

El vehículo transportaba a seguidores del Pistoia, equipo de baloncesto de la segunda división italiana, y fue atacado a las afueras de Rieti, donde se había celebrado el partido

Tres tifosi vinculados a la extrema derecha han sido arrestados en Italia acusados de homicidio voluntario por la muerte a pedradas de un conductor de autobús. Su arresto pone fin a dos días de frenéticas investigaciones para atrapar a los responsables de la muerte de Raffaele Marianella, un hombre de 65 años que el pasado domingo recibió una pedrada mortal en el autobús que transportaba a los seguidores del Pistoia Basket, un equipo de segunda división de la liga italiana de baloncesto que acababa de enfrentarse al Sebastiani Rieti precisamente en esa ciudad, al norte de Roma. La víctima falleció en el acto pese a los intentos por reanimarlo.

El autobús transportaba a los seguidores del primer equipo, ganador de un encuentro en el que se registraron múltiples incidentes entre los tifosi de ambos bandos, que tuvieron que ser separados varias veces por la policía. Al término del encuentro, el autobús de los hinchas del Pistoia, con dos conductores, enfiló la autovía Rieti-Terni de vuelta a casa, pero no pudo llegar: fue sorprendido por una lluvia de piedras y ladrillos que atravesaron el parabrisas del conductor y le dieron de lleno a Marianella, que en ese momento no estaba al volante, ya que ejercía de segundo conductor. De haber estado al frente del autobús, quizás la tragedia habría sido aún mayor. La policía había escoltado al autobús para que saliera de la ciudad sin incidentes, pero el ataque se produjo en cuanto el vehículo se quedó solo.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, calificó el suceso como “una noticia terrible”. “El ataque es un acto de violencia inaceptable y sin sentido”, escribió en la red social X. El presidente de la Federación Italiana de Baloncesto, Gianni Petrucci, expresó su indignación y anunció que colaborará con las autoridades para esclarecer los hechos. “Esto no tiene nada que ver con el baloncesto. Son criminales, asesinos, personas sin presente ni futuro”, declaró a la cadena pública RAI.

Tras casi dos días de fuerte conmoción social, en los que todo el arco político y deportivo de la sociedad italiana se ha pronunciado para denunciar un suceso que no se trata de un hecho aislado, sino que se une a otros múltiples episodios de violencia en torno al deporte —a menudo vinculados al fútbol—, las autoridades de Rieti ha anunciado este martes el arresto de Manuel Fortuna, Kevin Pellecchia y Alessandro Barberina, de 31, 20 y 53 años, respectivamente. Según fuentes de la prensa italiana, la colaboración de otros tifosi habría sido clave para su arresto.

Con grandes diferencias de edad entre ellos, les unía no solo la pasión por el Sebastiani Rieti, sino por la nostalgia musoliniana, un virus que en los últimos años se propaga lenta pero inexorablemente por el país. Pertenecientes a la llamada “Curva Terminillo”, hogar de los hinchas más ultras del Sebastiani Rieti, en sus redes sociales los tres muestran con orgullo imágenes o hacen referencias al “Duce”, glorificándole. De sus redes pueden también deducirse sus gustos musicales, —alguno escucha música de grupos neofascistas italianos— y sus debilidades políticas: colaboran con organizaciones como La Roccaforte de Rieti, un grupo de extrema derecha también vinculado a CasaPound, quizás el más célebre de los grupos ultraderechistas italianos.

Según las investigaciones, Manuel Fortuna sería el responsable de organizar el chat con el que se urdió el ataque, y de hecho la policía no descarta que aún se realicen nuevas detenciones puesto que están siguiendo el rastro de los participantes en ese chat, analizando todos los videos disponibles y el ADN de la piedra con la que se mató al conductor. De hecho, hay un cuarto investigado por la policía por favorecer los ataques.

Italia arrastra desde hace décadas problemas de violencia entre grupos de aficionados, especialmente en el fútbol. En abril, 13 agentes de policía resultaron heridos en enfrentamientos entre seguidores de la Roma y la Lazio antes del derbi de la capital. Un mes después, un aficionado del Atalanta, de 26 años, fue apuñalado mortalmente durante choques entre hinchas del Atalanta y del Inter de Milán.

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