Los ‘whatsapps’ de Josep Maria Bartomeu prueban que conocía los informes pagados por el Barça contra rivales: “Hacemos seguimiento minuto a minuto”
Los Mossos concluyen, en un informe del ‘caso Barçagate’, que el expresidente del club ocultó al juzgado los encargos para difamar a otros candidatos en redes sociales


El expresidente del FC Barcelona Josep Maria Bartomeu conoció de primera mano los trabajos encargados por el club a la empresa Nicestream para atacar a sus rivales en redes sociales. Los Mossos d’Esquadra han llegado a esa conclusión tras analizar miles de mensajes de WhatsApp y correos electrónicos en los teléfonos móviles y ordenadores del exdirigente azulgrana, intervenidos en la investigación judicial del caso Barçagate. El atestado, al que ha accedido EL PAÍS, revela que Bartomeu “ocultó” de forma “deliberada” los encargos más espinosos (difamaciones a otros candidatos, manipulaciones de encuestas, seguimientos a periodistas) a la empresa auditora y a la policía “pese a los requerimientos judiciales”.
El informe policial obra ya en poder del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, que desde hace más de cinco años investiga los pagos del club a Nicestream para, entre otras cosas, “blindar” la imagen pública de Bartomeu y hundir, con comentarios negativos en redes sociales, a posibles rivales a la presidencia, como Víctor Font o Joan Laporta. Los Mossos han encontrado en los dispositivos del expresidente 138 informes elaborados por Nicestream, de los que “solo una veintena coinciden con los entregados” a PriceWaterHouseCoopers (PWC), la empresa auditora a la que se encargó una investigación interna cuando, en febrero de 2020, la Cadena SER destapó la existencia de los pagos.
La investigación ha acreditado que, en tres años y bajo la presidencia de Bartomeu, el Barça pagó 2,3 millones de euros a Nicestream “fraccionando facturas y contratos” para saltarse los procedimientos de adjudicación y los órganos de control. Aunque pagaba el club, los encargos se usaron para “finalidades y beneficios particulares”, según los Mossos; en concreto, mejorar la imagen pública de Bartomeu a costa de erosionar la de los rivales con vistas a las elecciones presidenciales de 2021. La junta directiva nunca tuvo conocimiento de ese encargo, pero sí, siempre según la tesis policial, las cuatro personas investigadas: además de Bartomeu, el consejero delegado, el jefe del departamento jurídico y el jefe de presidencia, Jaume Masferrer.

“Ataques a Pep Guardiola”
Masferrer era la persona que enviaba los informes de Nicestream, por WhatsApp, a Bartomeu, con quien en ocasiones “los revisaba y los comentaba”, concluye la policía. En una ocasión, por ejemplo, el expresidente solicitó que se cambiara una foto suya. “Parezco atontado. Mejor ninguna foto”. “La mayoría” de los informes recibidos por Bartomeu “nunca fueron facilitados” a la empresa auditoria. Y, en cualquier caso, no fue comunicada ninguna de las “intervenciones” elaboradas por Nicestream, un tipo de servicio muy particular, que pretendía “influir en el discurso público” mediante la “difamación” de posibles candidatos. En el ordenador de Bartomeu han aparecido esas “intervenciones”, en las que incluso, según los Mossos, se “manipulan” encuestas.
El Barça negó, desde el primer momento, cualquier encargo vinculado a la difusión de “mensajes negativos o de menosprecio”. Pero el análisis de dos teléfonos y de un ordenador de Bartomeu demuestran justo lo contrario. Los agentes han localizado hasta 52 informes de intervención, elaborados para “desacreditar” a rivales a la presidencia, especialmente Joan Laporta o Víctor Font. Contra este último se llegó a trazar un “plan de acción” para “incomodarle”, según el documento localizado en uno de los dispositivos de Bartomeu. Otro informe, de abril de 2019, llama a lanzar “ataques a Pep Guardiola y a sus seguidores” por su presunta afinidad con Laporta, actual presidente del club azulgrana. Con un ejército de 226 cuentas falsas, la empresa pretendió “cambiar tendencias” a la opinión pública para favorecer los intereses de Bartomeu.
Además de ataques a rivales e incluso informes de “inteligencia” sobre periodistas incómodos, los encargos también sirvieron para apoyar a personas del entorno de Bartomeu. Como Sandro Rosell, un “amigo íntimo”. La empresa publicó mensajes a favor de su inocencia en una causa judicial que nada tenía que ver con el club (y en la que resultó absuelto). En junio de 2018, Bartomeu escribe a la mujer de Rosell. “Marta, te envío intervenciones red ayer por la tarde. Seguimos haciendo seguimiento minuto a minuto”. La mujer le pregunta qué es eso y el expresidente responde: “Una cosa que hago yo desde hace meses. Ya te explicaré”. A los Mossos les sorprende que parezca atribuirse esas tareas y concluyen que el exmandatario no solo “tuvo conocimiento” de los trabajos, sino que “incluso los promovió”.
El atestado revela los intentos de Bartomeu de torpedear la investigación, algunos ya revelados en anteriores informes. Un día después de que la Cadena SER destapara el escándalo, su jefe de auditoría le anuncia que hay ya una investigación en marcha y Bartomeu le da indicaciones: “Manuel, no hace falta que hagas nada que esta empresa hoy ya ha rescindido su contrato. Ya no trabaja para el club”. El presidente, concluyen los Mossos, tenía “reticencias a que nadie revisara la contratación”. Más tarde, cuando ese mismo empleado le reclama el informe completo, Bartomeu responde así: “Esta auditoría es un encargo de la junta y la junta solo hará públicas las conclusiones”.
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