Iris Tió: “Sin fuerza física no puedes ser expresiva en el agua”
La solista más premiada de la historia de la sincronizada española, ganadora de tres oros mundiales, reflexiona en EL PAÍS sobre su consagración

Doce pruebas en una semana, seis coreografías distintas, seis esquemas mentales y un maratón acuático saturaban el cuerpo de Iris Tió (Barcelona, 2002) en los Mundiales de Singapur, cuando el miércoles pasado cogió el teléfono en el Centro Acuático. Acababa de ganar el oro en el solo libre y su voz sonaba dulce y distraída, como dejándose llevar por el oleaje de la tormenta de un concurso que la consagraría, a juicio del tribunal de la federación internacional, como la mejor nadadora del planeta. Seis de las nueve medallas que cosechó España son suyas. Tres oros la colocan en una dimensión que no conocieron Gemma Mengual, Andrea Fuentes ni Ona Carbonell, sus predecesoras en el equipo nacional.
Pregunta. Usted se convirtió en la primera nadadora española en ganar un oro en solo libre y lo consiguió con un golpe de efecto al comenzar la rutina. ¿Podría explicar lo que significa nadar con la cabeza sumergida formando una vertical con el cuerpo y haciendo tirabuzones y espagats durante 20 segundos?
Respuesta. Buscamos tener una dificultad alta porque cada movimiento puntúa más o menos. Buscamos incluir movimientos que puntúen más y sumar el mayor número posible. Esto implica más apnea y verticales para poder enseñar la altura [del cuerpo y las piernas fuera del agua]. Esto es muy importante porque a veces la gente cree que hay que hacer movimientos lo más rápido posible para subir la dificultad, pero olvidan que en la puntuación de ejecución la altura se valora, y si no le das importancia te puede penalizar.

P. ¿Cuál es la figura más difícil de su solo?
R. La primera, porque es la más larga y tiene muchos unbalanced. Los unbalanced son verticales inclinadas, que son muy complicadas de nadar. Yo los incluyo en la rutina porque puntúan bastante y porque hasta ahora no todas las solistas los podían hacer. Los han puesto en el reglamento hace poco y mucha gente ha tenido que aprenderlos. La primera persona que vi hacerlos fue a Ona entrenando con Mayu Fujiki [seleccionadora de España hasta 2024]. Ona me enseñó la remada bajo el agua. Es cuestión de posición y tienes que coger fuerza en los brazos, sobre todo en el izquierdo. Tienes que colocar las piernas a un lado y mantener el cuerpo recto bajo el agua, y para esto debes trabajar mucho el abdominal y sobre todo el oblicuo.
P. ¿Las nadadoras de artística tienen prohibidas las pesas?
R. ¡Qué va! Hacemos crossfit. Otros años hemos hecho más pesas. Es importante tener buena musculatura. Primero para no lesionarnos, y luego para tener fuerza y energía para hacer todos los movimientos.
P. ¿Usted está enamorada?
R. Sí, sí que lo estoy. Tengo una pareja y estoy enamorada.
P. Interpretó el Himno al Amor de Edith Piaf en su solo libre, y Baby, I’m Gonna Leave You, de Led Zeppelin, en el dúo mixto, y ganó dos oros porque nadie más pudo representar el amor y el desamor. ¿La buena actuación artística requiere experiencia personal o la experiencia personal exige actuación artística?
R. Hago dos solos y da la casualidad de que este año las dos músicas son sobre el amor: en el solo técnico interpreto la versión del Me Quedo Contigo de Rosalía, que es el que más me recuerda a mi pareja. El Himno al Amor que canta Celine Dion me recuerda al amor que tengo por este deporte. La escuché en la inauguración de los Juegos de París y me emocioné.
P. ¿Si la sincro se lo pide, deja la patria y deja los amigos, como dice Edith Piaf?
R. Es un poco así. Hay que hacer muchos sacrificios para entrenar, pero yo siempre soñé con esto. Mis padres me contaron que cuando tenía cinco años vi a Gemma Mengual por la tele y decidí probar la sincro. Mis padres me llevaron al club Kallipolis. Recuerdo mi primera competición con seis años. Y recuerdo que con ocho buscaba por Youtube a Gemma y a Natalia Ischenko y me quedaba horas viendo vídeos de sincro. Todas las coreografías que hizo la selección con Anna Tarrés en aquella época me impactaron muchísimo. Las veía durante horas. Sobre todo el solo de Gemma en los Mundiales de Roma 2009 con Yesterday, el Tango de Ona y Andrea, el Mar del equipo en Londres, el Africa del equipo en Roma.
P. Dice Andrea Fuentes que nunca ha habido una nadadora como usted. ¿A qué se refiere?
R. ¡No lo sé!
P. ¿Dónde está su gran baza como nadadora? ¿La longitud de las piernas, la expresividad, el deslizamiento...?
R. Claramente me gusta mucho más la expresión y el arte. Pero cuando era más pequeña me criticaban: ‘le falta técnica, le falta vertical…’. Sé que es muy importante la parte artística pero quiero demostrar que soy buena técnicamente y ejecuto bien para poder estar en lo más alto. Natalia Ischenko, la más artística de las solistas rusas, era una crack técnicamente, nadaba súper alta siempre y encima tenía expresividad. No tanta como Gemma, pero no puedes explotar solo una cosa para ser campeona mundial. Hay que tenerlo todo. Porque no puedes ser artísticamente expresiva si no tienes fuerza para desplazarte en el agua. Me pasa cuando empezamos a entrenar las coreografías. Hasta que no coges todo el físico notas que te cansas y vas como arrastrándote. Solo cuando el cuerpo se adapta físicamente a la coreografía entera puedes dar el 100% artísticamente.
P. ¿El agua como medio antinatural, hostil, peligroso, proporciona un escenario más propicio para la expresión dramática que el teatro o el ballet clásico?
R. A lo mejor sí, no lo había pensado. Yo noto que fluyo y eso me gusta mucho. Juego con el agua. Es donde me encuentro más cómoda y eso a mí me ayuda a expresarme.
P. La natación artística es fundamentalmente un deporte de equipo y usted es la referente de España. ¿Qué ideas cree que quiere transmitir la selección?
R. Queremos ser el mejor equipo del mundo. Un Dream Team. Y para eso intentamos que haya buen rollo, respeto, sacrificio, unidad y creatividad. Para poder ser el mejor equipo tenemos que hacer cosas únicas que no haya hecho nadie. Sabemos que somos muy creativas y nosotras podemos expresar muy bien. Otros equipos no. China o Rusia son como máquinas. Estos retos nos motivan y nos hace crecer. Nos hace sacar nuestra garra.
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