Vídeo | Armando Roca, el hombre récord contra el tiempo

Cuando Armando Roca batió el récord de España de los 100 metros lisos, los Beatles todavía no existían, el ser humano no había llegado a la luna y Philips proyectaba el estreno mundial de las primeras cintas de casete. Poco después, Roca también fue campeón en los 200 y los 4x100, las otras dos grandes pruebas de velocidad. Ahora, más de medio siglo después, en la era de los teléfonos inteligentes y las redes 5G, este arquitecto catalán sigue desafiando los límites de su cuerpo sobre el tartán.

Lo hace cada semana en Tolosa (Gipuzkoa), ciudad que le encandiló y en la que vive y entrena desde 1962, cuando en un mitin de la selección española conoció a su mujer, Mercedes Ceberio, trabajadora por aquel entonces del hotel de concentración en el que se hospedaba el combinado nacional. “Para mi marido, el atletismo es lo primero; segundo, la familia; y tercero, la arquitectura”, dice ella. Y añade: “El día que Armando tenga que dejarlo... Un drama familiar absoluto. ¡No lo quiero ni saber!”.

César Roca, hijo de Armando, es, además, su entrenador. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, asegura que la relación con su progenitor en la pista es muy fluida: “No hay disputa. Hay una complicidad entre padre e hijo muy especial en cada entrenamiento”. Además, dice, su padre es siempre quien tira del binomio: “Siempre que se acaba una competición, me empieza a hablar de la siguiente. Siempre mira al futuro”.

Ganador de decenas de metales en multitud de campeonatos, Armando Roca fue internacional absoluto con España en 14 ocasiones. Ahora, camino a las 88 primaveras, echa la vista atrás desde su querida Tolosa y reflexiona: “Lo que te da al cuerpo correr 30 o 40 metros a toda mecha es algo sempiterno. Es revivir años y años en un momento. Para mí, es la misma sensación que cuando tenía 15 años”.

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