Javier Clemente, primera parte

Cuentan que en 1968, cuando tenía 18 años y acababa de llegar al primer equipo del Athletic de Bilbao, Javier Clemente entró en el vestuario y se sentó en el lugar que solía ocupar el veterano Etxeberria.

“¿Qué haces, chaval? Ese no es su sitio”, lo interpeló un compañero.

“¿Y de quién es?”, contestó él de vuelta.

“Del capitán, así que ya estás buscando otro”.

“Pues me da igual. No pienso moverme”. Zanjó. Y allí se quedó.

La forma en la que una persona se inicia en un lugar nuevo la define bastante bien. Y aquel chico bajito de Barakaldo, hijo de una familia de seis hermanos cuyo padre trabajaba en los Altos Hornos dejó claro desde el primer momento que no se iba a arrugar ante nadie. Y, sin embargo, en su debut europeo ante el Liverpool, los nervios le pudieron. También en Liga, en un encuentro ante el Elche. Y hasta ahí. Luego, en apenas un año, se convirtió en leyenda. Lo llegaron a comparar con Bobby Charlton. Unos meses después el final de su carrera, a causa de una rotura de tibia y peroné y los ligamentos de un tobillo.

Y llegó el banquillo. Y los títulos (doblete incluido) con el Athletic. La gabarra. Y Bilbao cantando “¡Clemente Lehendakari, Sarabia concejal!”, en una suerte de profecía de lo que estaba por venir. Después, el Espanyol, la derrota ante el Bayer Leverkusen en la final de la copa de la UEFA, la selección española... En Javier Clemente, mitad monje, mitad guerrero (Plaza & Janes), los periodistas José María Sirvent y Orfeo Suárez trazaron un completo perfil del técnico vasco.

Un interesante relato que desgrana la personalidad, los éxitos, los fracasos y las numerosas polémicas que mantuvo en aquellos años. Un completo repaso a una de las figuras más mediáticas que tuvo el fútbol español en las últimas décadas y a la que sería interesante incorporar las experiencias desde 1996 -fecha de la publicación del libro- hasta la actualidad.