Carbonell deja de patrocinar a Carolina Marín, bicampeona del mundo de bádminton

La empresa aceitera Carbonell anunció ayer que ha decidido poner fin al acuerdo de patrocinio que tenía con la jugadora de bádminton Carolina Marín, dos veces campeona del mundo, y con la federación de este deporte, “debido al actual contexto económico global”. La noticia, un duro golpe, le llega a la mejor jugadora del mundo a solo cuatro meses de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, el gran objetivo de su vida. Fuentes de la empresa han señalado que en el contrato había una cláusula de preaviso de ruptura de tres meses, que se ha hecho efectiva.

El contrato, firmado hace justo un año, el 9 de abril de 2015, tenía una duración de tres años y un monto estimado de 500.000 euros. Su gestación, larga y muy espinosa, a punto estuvo de generar un cisma total entre la campeona onubense y el presidente de la federación, David Cabello.

Las primeras conversaciones sobre el aptrocinio tuvieron lugar en otoño de 2014, cuando la federación entró en contacto con el Grupo Deoleo, la casa madre de la marca Carbonell. El acuerdo de Carbonell –Grupo Deoleo- con el bádminton español –FESBA y Carolina Marín- se fragua desde el inicio mediante el contacto directo de la Federación y directivos del Grupo Deoleo en el último trimestre del año 2014. Estos decidieron patrocinar paralelamente a la federación y a la deportista, El enfrentamiento entre ambas por la forma de concretar el acuerdo terminó a lo largo de 2015 con un acuerdo entre la federación y Carolina Marín que quedó plasmado en una nueva normativa de derechos de imagen. Durante la negociación, la onubense llegó a amenazar con no participar en algunos campeonatos.

Nueva estrategia comercial

“La nueva situación actual ha obligado a los responsables de la compañía a replantearse la estrategia de comunicación y patrocinios dentro del nuevo plan estratégico”, informó Carbonell en el comunicado en el que informó del final anticipado del patrocinio. La medida coincide con el cambio de equipo de gestión de la firma aceitera, propiedad de un fondo de inversión y que está fuertemente endeudada. El nuevo presidente, Manuel Arroyo, ha centrado los objetivos de crecimiento en el mercado de Estados Unidos, donde opera con las marcas italianas Bertolli y Carapelli, dejando en segundo plano España, donde no puede competir en precios con las marcas blancas que dominan el mercado, y Asia, de difícil penetración.

“La decisión ha sido muy difícil y triste para nosotros. Agradecemos a Carolina su contribución a la difusión de nuestra marca y la cultura del aceite de oliva del mundo. Estamos encantados de haber podido colaborar con una deportista de su talla profesional y personal, y le deseamos nuevos éxitos que seguro van a llegar”, aseguró en el comunicado Francisco Rionda, director de marketing de Carbonell. "Su profesionalidad ha hecho que trabajar con ella sea muy sencillo".