Un Baskonia trepidante desquicia al Barça

Un espléndido Baskonia volvió a dejar en evidencia la escasa fiabilidad del Barcelona lejos del Palau Blaugrana. El equipo vasco, una vez asumido el varapalo de su ausencia en la Copa y ya sometido a su cíclica cirugía estética, brindó una magnífica imagen ante un Barcelona que solo se mostró a la altura de la exigencia del partido en un par de fases, pero que no tuvo continuidad

Bertans y San Emeterio descerrajaron la defensa del Barcelona. El equipo de Xavi Pascual pagó muy cara su falta de intensidad, perdió un montón de balones en el primer cuarto, le costó encontrar posiciones de tiro idóneas para sus aleros, Abrines y Thomas, y cuando Edwin Jackson las tuvo, dudó más de la cuenta.

Las dificultades del Barcelona se plasmaron también en las faltas que acumuló Tomic muy pronto, cuatro nada más empezar el tercer cuarto, y que limitaron su potencial y el de su equipo. Cuando Pleiss lo suplió, lento y desubicado, no acertó siquiera a cumplir el expediente.

De la mano del letón Bertans, espléndido, con un espectacular pleno de cinco triples, de San Emeterio, desatado en ataque, y del base estadounidense Mike James, el Baskonia mantuvo un ritmo ofensivo que se le atravesó a la defensa del Barcelona. Durante muchos minutos gozó el Baskonia de ventajas de entre 10 y 13 puntos (68-55).

El Barcelona fue inferior en casi todo: en el rebote, especialmente pusilánime bajo su canasta, donde el Baskonia arañó hasta 15 balones adicionales, en la relación de robos y pérdidas, y sobre todo en los triples. El Baskonia sumó un magnífico 11 de 20, mientras que el equipo culé cerró con un 6 de 16. Hubo dos momentos en los que el cuadro de Xavi Pascual dio la sensación de que podía discutirle el triunfo al Baskonia. El primero se produjo cuando enlazó un parcial de 0-8 (68-63). El segundo, cuando el Barcelona se situó en una defensa en zona 2-3 y un triple de Abrines volvió a estrechar el marcador (83-77).

Pero Bertans contestó con un triple al mallorquín que, poco después falló otro tiro desde la máxima distancia en lo que se intuyó como el último cartucho para su equipo, con 93-87 en el marcador y solo un minuto para el final.