La imagen falsa del ránking aúpa a España

Con un sprint a la sombra inmensa del Nido de Pájaro, en Pekín, terminó la temporada ciclista, murió el Euskaltel y Flecha dijo adiós.

En el mismo sprint, ganado por un esloveno llamado Luka Mezgec, levantó los brazos Beñat Intxausti como ganador de la general de la prueba del WorldTour, y también los levantaron sus compañeros del Movistar, que por primera vez gana la clasificación mundial por equipos, y también los podía haber levantado Purito Rodríguez, si hubiera estado allí, porque el catalán termina de nuevo la temporada como número uno mundial, y también todos los ciclistas españoles, pues España ganó la clasificación UCI.

Sin querer minusvalorarlos, el triunfo de Intxausti en una carrera que puntúa más que vale, el del Movistar (cimentado en los puntos del regularísimo Valverde, del colombiano Quintana y del portugués campeón del mundo Rui Costa, que el año próximo correrá en el Lampre) y el de España (los cuatro primeros del ránking, Purito, Valverde, Dani Moreno y Contador, cuatro que tienen más de 30 años) envían una imagen exagerada de gran potencia, una imagen falsa, un capricho de la forma de puntuar los ránkings.

En otros datos España no destaca: el ganador del Giro es italiano, el del Tour inglés y el de la Vuelta de EE UU

Hay otros datos en los que España apenas asoma la cabeza: el Giro lo ha ganado un italiano (Nibali), el Tour un inglés (Froome) y la Vuelta un estadounidense (Horner). Exceptuando la Lombardía de Purito (y, en menor grado, la Flecha de Moreno), las grandes clásicas las han ganado un alemán (Ciolek; San Remo), un suizo (Cancellara; Flandes y Roubaix), un irlandés (Martin; Lieja) y un portugués (Costa; el Mundial). La París-Niza fue para un australiano (Porte), la Tirreno para Nibali, la Volta para Martin, el País Vasco para un colombiano (Quintana), la Vuelta a Suiza para un portugués (Costa) y la Dauphiné para Froome.