Hayden Smith, destino rugby

Hace tres años, Hayden Smith se tomaba el rugby como un hobby. Mañana saltará al campo de Wellinton vistiendo la camiseta de las Águilas de Estados Unidos para medirse a la selección de su país natal, Australia (10.30, C+ Deportes). Además, el segunda línea será el único integrante del equipo norteamericano que ha sido titular en los tres partidos del Mundial.

Este el último episodio de un viaje que se inició en 2004. Ese año, Smith llegó a la universidad Metro State Collage de Denver con una beca de cuatro años para jugar al baloncesto y estudiar finanzas. Una vez graduado pensaba dedicarse al deporte de la canasta en su país pero el equipo de Sydney con el que tenía apalabrado el contrato se quedó sin patrocinador y quebró. A partir de ese momento el rugby no le ha dejado escapar.

Como casi todos los niños australianos había jugado al rugby de pequeño y durante su estancia en Estados Unidos siguió haciéndolo, aunque nunca se lo tomó en serio: "Volví a jugar para mantenerme en forma". Durante su etapa universitaria perteneció a varios equipos regionales en Estados Unidos, pero fue en 2008, justo cuando su carrera baloncestística se venía abajo, cuando el oval le volvió a atrapar de forma definitiva. Smith fue nombrado capitán del equipo de la conferencia oeste en el torneo de rugby All Star College y, pese a perder la final, la Federación de Rugby consiguió convencerle de que se quedara en el país. Llevaba cuatro años viviendo en Denver y podía ser seleccionado para la absoluta. Debutó con las Águilas en noviembre y, en estos tres años, ha acumulado 16 internacionalidades, todas menos una como titular.

Su intención era quedarse en Denver y dedicarse a las finanzas, pero de nuevo el rugby volvió a llamar a su puerta y cambió de planes. En septiembre de 2008, recibió la llamada de los Saracens, uno de los equipos más fuertes de la Primera División inglesa. Le ofrecieron un contrato de formación para jugar con las categorías inferiores, pero a los seis meses ya había debutado con el primer equipo y al acabar el curso le ofrecieron un contrato como profesional. Durante su estancia en Londres, se ha despertado su lado más humano y este año ha recibido el premio Community Player of the Year, que premia al deportista que más activamente colabora en acciones sociales. En el caso de Smith se trata del programa Hizt, que intenta integrar a chicos conflictivos a través del rugby.

Mañana, cerrará un círculo que él resume con entusiasmo: "Realmente, ha sido un camino interesante. Estoy feliz de estar aquí y solo pienso en disfrutar del momento".