"España siempre ha sido mi equipo"

Se emocionó viendo las imágenes de una carrera brillantísima con la selección española. Y luego, ha confirmando casi entre lágrimas su despedida como internacional después de 167 partidos y seis medallas entre Europeos, Mundiales y Juegos Olímpicos. Jorge Garbajosa, de 33 años, ha escrito esta mañana el adiós a su etapa como pívot de España, aunque seguirá en activo, hasta que el cuerpo y la mente aguanten, en el Unicaja de Málaga.

"Este es el día que nunca me hubiera gustado vivir. Dejo la selección española como jugador. Es lo que quiero y debo hacer. Gracias a todos mis compañeros y a mi familia. En lo deportivo ha habido buenos y malos campeonatos, pero siempre han sido buenos en lo personal. Siempre ha existido en esta selección ayuda entre los compañeros. El balance humano ha sido siempre excelente. España me lo ha dado todo. He estado en muchos clubes. He demostrado honradez y trabajo. Pero mi equipo siempre ha sido la selección. En ningún sitio me voy a encontrar como en estos 11 años en este grupo. Ahora es un buen momento para apartarme a un lado y dejarlo con la cabeza y el corazón altos", ha explicado Garbajosa, acompañado de todos sus trofeos como internacional y arropado por el presidente de la federación española, José Luis Sáez. "Este acto se hace con un cierto retraso porque nunca lo hubiéramos querido convocar", ha contado Sáez. "Son muchas las vivencias al lado de Jorge. Más que la relación presidente y jugador, hemos tenido una relación de amistad, de lealtad. Jorge es uno de los personajes que más ha influido en el baloncesto de la selección. Recuerdo los tragos amargos, los Juegos de Sidney, y muchos buenos. Han sido muchas historias. Pero yo me quedo con la persona. Después del Mundial de Turquía me dijo cómo quería afrontar su compromiso de la selección. Le dije que no era el momento, porque pensarían que era una deserción. La decisión ya estaba tomada. Ha sido y es un jugador muy importante, dentro y fuera de la pista".

Garbajosa ha recibido una camiseta con el número 167, la cifra de sus partidos internacionales, y Sáez ha explicado que, una vez deje de ser jugador en activo, se incorporará a la federación española.

Garbajosa ya estuvo a punto de dar un paso al costado después del Mundial de Turquía, en septiembre pasado, pero entonces la federación española le pidió unos meses de reflexión y una decisión más en frío, no justo con el sabor amargo que dejó aquel sexto puesto y el discreto papel de una selección que defendía el oro. Pero la decisión estaba tomada en la mente de Garbajosa, que cree que ha cumplido un ciclo. Más ahora, cuando la competencia es extrema. Rudy, Suárez y Claver opositan al puesto de tres; y para la demarcación de pívot de cara al Europeo de Lituania (del 31 de agosto al 18 de septiembre) hay overbooking: Pau y Marc Gasol, Fran Vázquez, Felipe Reyes, la opción de Serge Ibaka si prospera la nacionalización... Y Mirotic en la recámara. El seleccionador, Sergio Scariolo, deberá hacer malabares para cerrar la lista definitiva de 12 internacionales.

Con su muñeca y sus movimientos cerca y lejos del aro, Garbajosa ha forjado un palmarés impresionante con la selección y con sus clubes. De rojo se ha colgado al cuello el bronce en el Europeo de Turquía 2001, la plata en los de Suecia 2003 y España 2007, y el oro en el Europeo de Polonia 2009; formó parte de la maravillosa selección que tuteó a Estados Unidos en la histórica final olímpica de Pekín 2008; y, sobre todo, de la generación que conquistó la cima en el Mundial de Japón 2006 (y ese mismo año el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes), el punto de arranque de un grupo que lo ha ganado todo, el mejor de la historia, un conjunto de baloncesto cuya unidad y filosofía sirvió de alguna manera de modelo para el equipo nacional de fútbol. En todo este ciclo Garbajosa ha sido tanto un hombre fuerte en el vestuario y en las concentraciones como el ala-pívot versátil, un cuatro moderno capaz de jugar por dentro y hacer daño desde fuera gracias a su buena mano desde el perímetro.

Se va el internacional pero sigue en la brecha, vestido del verde de Unicaja, el trotamundos que ha pasado por la NBA (74 partidos en Toronto), Italia (Benetton), Rusia (Khimki) y tres conjuntos de la ACB: Tau, Unicaja y Real Madrid. Si las lesiones que le han mermado en momentos puntuales de su carrera le dan un respiro, Garbo seguirá de corto en Málaga.

Garbajosa deja la selección española