Nadal, ante la incógnita Veic

Antonio Veic, número 227 del ranking ATP y próximo rival de Rafa Nadal en la tercera ronda del Roland Garros, ni siquiera tiene su fotografía en el perfil del tenista que facilita la página web oficial del torneo parisino. Sí que la lucían los más experimentados rivales que cayeron ante este croata de 23 años, como el ruso Davydenko, número 30 mundial que se rindió después de cinco sets, y el uruguayo Pablo Cuevas, en su décima participación en un grande y que abandonó durante la cuarta manga, cuando iba perdiendo por dos sets a uno y el marcador favorecía al croata en el cuarto (3-1).

Para Veic (180cm por 74 kg) solo se trata del segundo Grand Slam de su carrera. En su único precedente, el Abierto de Australia de 2010, consiguió llegar hasta la segunda ronda, pero no pudo contra el francés Monfils, que le despachó en tres mangas. Nadal se enfrentará a él por primera vez y el mallorquín ha admitido que representa una incógnita: "Le vi jugar en un partido de previa en Doha. Pero vamos, no le he visto mucho. Será complicado porque ganar a Davydenko siempre es algo importante", fue todo lo que pudo decir de Veic el número uno.

El croata se ha merecido medirse con el actual campeón de Roland Garros después de ganar con su derecha y su revés a dos manos tres partidos en la fase previa, que le permitieron entrar en el cuadro principal. Allí también se cebó con otros rivales que, por lo menos para el ranking, tenían el papel de favoritos: los argentinos Zeballos y Bagnis, y el italiano Bolelli.

Pese a estos antecedentes, Nadal no debería tener problemas frente a Veic, cuyo ídolo es Goran Ivanisevic, el croata que, mientras Antonio cruzaba la niñez y la adolescencia, triunfó en Wimbledon (2001) y otras tres veces alcanzó la final del grande inglés (1992, 1994 y 1998). Una de las mayores casas de apuestas pagaría 44 veces el dinero jugado sobre el croata, mientras que con una victoria de Nadal se ganarían dos céntimos por cada euro jugado. Sin embargo, las dificultades que el de Manacor vivió ante Isner y Andújar y el entusiasmo de Veic, que, con un gesto más propio de una cancha de fútbol que de una pista de tenis, celebró la victoria sobre Davydenko quitándose la camiseta, sugirieren que Nadal no se medirá ante un simple sparring. Veic tiene algo. Pero, de momento, es una incógnita.