España supera a Noruega con holgura

La selección española de balonmano sigue con paso firme en el Campeonato del Mundo de Suecia. Esta tarde inició la segunda fase con una victoria contundente ante Noruega, el primero de los tres rivales que le esperan en la localidad de Jonkoping. Los nórdicos aguantaron el ritmo del equipo español solo 10 minutos. Después, se fueron hundiendo en sus propias limitaciones y España impuso su calidad. La victoria permite a los de Rivera seguir soñando con alcanzar las semifinales. El lunes se enfrentarán a Islandia en el partido más trascendental del campeonato.

La superioridad de España ayer era de sobra conocida. Sin embargo, Noruega estuvo a punto de clasificarse para las semifinales del último Mundial (el de Croacia en 2009) y ello le concedía un cierto crédito. Sin embargo, la línea de juego que han mantenido en Suecia no fue ni de largo la que habían mostrado en Croacia. Noruega cuenta con un buen siete básico, pero no tiene prácticamente banquillo. Eso es un verdadero problema para enfrentarse a un equipo como España, en el que Rivera suele dar muchos descansos a sus jugadores importantes para que lleguen al final con toda su frescura.

Sin embargo, la victoria de España se fundamentó en una defensa impresionante y en las aportaciones de un Hombrados que cada vez se siente más cómodo bajo los palos. La defensa en 5-1 permitió a España no sólo romper la línea de pase de los noruegos, sino también recuperar muchos balones y armar contraataques. Y en estas condiciones, la selección española mejora su rendimiento de forma ostensible. El resultado final pudo ser mucho más amplio, pero la tensión bajó cuando el marcador señalaba nueve goles de ventaja (28-19).

España se enfrentará el lunes a Islandia en el partido más difícil de la segunda fase. A pesar de que hasta ahora no ha perdido ningún partido -sólo empató contra Francia-, una derrota ante los islandeses situaría al equipo de Valero Rivera al borde del abismo, a la espera de que alguna carambola les favoreciera y pudieran entrar en las semifinales. Sin embargo, el dilema es el mismo para todos.