Poco fútbol, muchos goles

Apenas veinte kilómetros de distancia separan Irún y San Sebastián. Apenas veinte minutos en un corto viaje en coche para vivir noventa minutos de fútbol, al igual que hace cuatro décadas, en 1965, Real Sociedad y Real Unión reeditaron un nuevo enfrentamiento en la Segunda División, con idénticos objetivos, los realistas luchando por el ascenso a Primera División y los unionistas por mantener la

categoría en la división plata.

Un derbi con poco juego y muchos goles en Anoeta. El conjunto realista logró una cómoda victoria, la sexta consecutiva en casa, una goleada que sirve para recuperar el liderato. Fue un partido desigual, muy fácil para la Real que con tan poco esfuerzo obtuvo mucho premio. El Real Unión concedió muchas facilidades en defensa y pagó muy cara su derrota, lejos de Irún.

44 años después, los dos equipos se enfrentaron con los mismos objetivos

De salida, el Real Unión protegió el centro del campo con Beobide, Robles y Aitor Sanz para adueñarse del balón. Pagó muy caro su primer error. Su permisividad defensiva, una falta de intensidad en el despeje de Pedro Alcalá, propició el primer gol blanquiazul. El delantero uruguayo Carlos Bueno se aprovechó de un balón suelto dentro del área para regatear a Jauregi y batir al portero tolosarra a puerta vacía. El ariete charrúa, en racha, anotó su cuarto tanto en la presente temporada.

Sin mucho desgaste y esfuerzo para los realistas, llegó el segundo, obra de Ansotegi. El defensa vizcaíno remató, de cabeza y sin oposición, un centro de Elustondo, en segunda jugada tras un saque de esquina. En otra acción a balón parado y en otro claro fallo defensivo del conjunto irundarra, el equipo donostiarra marcó el tercer gol. Repitió Ansotegi de un remate con su pierna derecha, también a puerta vacía, tras un envío peinado de cabeza de Xabi Prieto.

En un partido tan flojo, hasta la Real ofreció otro regalo, en el gol unionista De Juan Domínguez. En un centro colgado de Brit, la zaga blanquiazul falló en el despeje que lo aprovechó el delantero donostiarra. En la reanudación, de un posible penalti de Labaka a Brit se pasó a la expulsión de Alcalá, en una acción provocada por la pelea de Bueno. Demasiado castigo para el conjunto irundarra en inferioridad para conseguir la remontada. El partido se rompió con el cuarto gol del centrocampista mallorquín Nsue, de cabeza tras una asistencia de Xabi Prieto y anticipándose al portero Jauregi, que falla claramente en su salida.