La representatividad de la mujer en el cine español ha aumentado del 26% en 2015 al 38% en 2024
El nuevo informe anual de CIMA, la asociación de mujeres del audiovisual, sugiere que “podrían alcanzarse niveles de equidad próximamente, siempre que se mantenga la tendencia actual”


“Podrían alcanzarse niveles de equidad próximamente, siempre que se mantenga o se intensifique la tendencia actual”. Por primera vez, el informe anual de CIMA, la asociación española de mujeres cineastas y de medios audiovisuales, sobre la representación femenina en la industria arranca con optimismo, eso sí, matizado con cautela: “Sin embargo, la representatividad de mujeres aún no supera el 40% y el sector sigue siendo mayoritariamente masculinizado [...]. La representatividad de las mujeres en el sector del largometraje ha aumentado del 26% en 2015 al 38% en 2023-2024”.
La presentación del informe, que analiza la presencia de las mujeres en los largometrajes españoles, ha sido esta mañana, coincidiendo con la celebración del Día del Cine Español, y como el primero fue en 2015, las autoras del estudio han repasado la evolución de la presencia femenina en la industria en casi una década.
El análisis explica que el cambio se ha acelerado en el último lustro: “La tasa de crecimiento anual en cuanto a presencia de mujeres ha sido más rápida en los últimos cinco años (4,7%), comparada con el promedio de la última década (4,2%). Este hecho está vinculado a la implementación de políticas de igualdad basadas en acciones positivas para contrarrestar las desigualdades históricas en este campo, una mayor visibilidad de las mujeres en el sector y un cambio cultural en la industria”. Y solo si se mantienen se logrará la equidad, algo alcanzable en dos años, según los datos que proporcionan los largometrajes que se registran en el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), organismo que rige el cine dentro del Ministerio de Cultura, que son la base del estudio.
Con todo, aún queda camino: “Las mujeres suelen concentrarse en cargos vinculados a la estética y la organización (asociados tradicionalmente al género femenino), mientras que los hombres ocupan una mayor diversidad de roles, relacionados con la creatividad, el liderazgo y la tecnologización (segregación horizontal). Además, los puestos feminizados o con representación equitativa suelen situarse en la base de la estructura laboral, mientras que los cargos masculinizados predominan en los niveles superiores, con mayor poder y capacidad de decisión (segregación vertical)”.

Por ejemplo, cargos como responsables de diseño de vestuario y maquillaje y peluquería “siguen siendo feminizados, aunque con señales de leve descenso”. Para el estudio, “esto puede interpretarse como un posible avance hacia la equidad, pero también muestra signos de estancamiento o retroceso, según los periodos analizados”. En 2024, los equipos de vestuario han sido liderados en un 83% por mujeres y maquillaje y peluquería en un 76%.
Mejoras en cargos masculinizados
En otros puestos, como los de dirección artística y dirección de producción, “tradicionalmente más equitativos o incluso masculinizados, se detecta un crecimiento relevante en la participación de mujeres”. Si en el primero se ha pasado del “39% de mujeres en 2017 al 68% en 2024”, el segundo, que en 2024 logra un 57% de mujeres, se considera “cargo equitativo” porque “oscila entre el 40% y el 59% de representatividad femenina”.
También se notan cambios positivos en “cargos históricamente masculinizados, como composición musical [26% en 2024], guion [37%], efectos especiales [35%] y sonido [26%]”, porque “muestran tasas de crecimiento anual superiores al 10%, lo que sugiere que podrían alcanzar niveles equitativos en menos de una década si la tendencia continúa”.

Hay dos cargos en el cine español que no han mejorado en la última década en la búsqueda de esa igualdad: “En producción no se muestran avances, permaneciendo estancado con una representatividad de mujeres del 24% y una tasa de crecimiento negativa [tasa de crecimiento promedio anual del -0,1% en el histórico y de un -4,5% en los últimos cinco años]. De manera similar, dirección de fotografía, aunque ha crecido, se encuentra muy lejos de los parámetros equitativos”, porque en 2024 solo llega al 21%. “Los datos muestran un incremento neto medio de 1,3%, lo que nos indica que se necesitarían más de 14 años para entrar en parámetros equitativos”.
CIMA subraya que en lo que bautiza como grupo directivo (que aúna producción, dirección y guion) persiste la resistencia al cambio, “con tasas de crecimiento más bajas en comparación con grupos técnicos y artísticos”. Para la asociación, “esto confirma una mayor dificultad de acceso de las mujeres a posiciones de liderazgo, donde se concentra el poder decisorio. Los resultados oscilan entre porcentajes del 20% y el 32%”.
En la interpretación, la asociación llama la atención en que “el 100% de los papeles protagonistas están interpretados por personas con identidades cisgénero [las de su sexo biológico], donde las mujeres cis representan un 52,43% y los hombres cis un 43,82%. Las identidades no hegemónicas aparecen únicamente en papeles secundarios y apenas alcanzan el 0,60% de representatividad”. E incluso ese 52,43% esconde una trampa: “Las mujeres cis concentran el protagonismo entre los 26 y 45 años. Sin embargo, a partir de los 46 años, son los hombres cis quienes ocupan la centralidad de la trama (70,27% de 46-50 años, 61,29% de los 51-55 años). Con ello, se constata el edadismo de género: conforme avanza la edad, los roles centrales tienden a masculinizarse”.

En resumen, “la baja presencia de diversidad en los equipos de dirección y guion se refleja en las ficciones: la hegemonía de género, étnico-racial y normativa tras las cámaras se traduce en un mismo patrón en pantalla, donde los colectivos no hegemónicos aparecen de forma marginal, con escasa empleabilidad y representaciones limitadas”.
Donde se mantiene una brecha profunda de género es en los presupuestos: las películas dirigidas por mujeres salen adelante con un 24% menos de recursos económicos que las dirigidas por hombres. “La media de costes de los largometrajes dirigidos por mujeres ha sido de 1.707.559 euros, frente a los 2.248.525 euros obtenidos de media por los largometrajes con dirección masculina”. Y que a mayor presupuesto, menos mujeres lideran los largometrajes.

En cuanto al análisis de películas que han recibido subvenciones del ICAA, “de los 433 largometrajes presentados para subvenciones estatales en 2024, 136 recibieron financiación. De estos, el 40% fueron dirigidos exclusivamente por mujeres, un 2% en modalidad mixta, y un 58% por hombres. Esto refleja una participación significativa de mujeres tras la dirección, que, si bien no es paritaria, entra en rangos de distribuciones equitativas”. Por cierto, un dato optimista en este capítulo: “El 37% de los largometrajes financiados están guionizados por mujeres, el 31% tienen guion mixto y el 32% están escritos exclusivamente por hombres”.
A cambio, el estudio avisa sobre una posible trampa para sumar puntos en las subvenciones: “Según los datos reportados por el ICAA, el 87% de los largometrajes financiados en 2024 cuentan con la producción ejecutiva exclusivamente realizada por mujeres, un 13% de forma mixta y ninguno únicamente a cargo de hombres. Este resultado, que en apariencia podría interpretarse como una transformación radical en el sector, parece más bien vinculado al uso del criterio de la producción ejecutiva como elemento aglutinador de puntos que como mecanismo de corrección de desigualdades de género. Por ello, se plantea la conveniencia de revisar este criterio y de valorar en su lugar la figura de la productora con el fin de evitar distorsiones en la medición de la igualdad”.
La brecha en las plataformas
Aún queda dar batalla para la equidad en un terreno fundamental: las plataformas: “La mayoría de los proyectos apoyados están liderados por hombres, tanto en la dirección como en el guion. De un total de 45 largometrajes estrenados, solo el 27% están dirigidos por mujeres, y únicamente un 16% fueron guionizados por estas. Esto refleja que, aunque las plataformas abren puertas a nuevas producciones, aún reproducen dinámicas masculinizadas en la selección y en el apoyo a los proyectos [...]. Filmin y Movistar+ destacan por un mayor respaldo a películas dirigidas y guionizadas por mujeres, en comparación con otras como Netflix o Prime Video. Filmin apoyó un 67% de largometrajes dirigidos por mujeres y Movistar+ un 43%, muy por encima del 7% de Netflix o el 0% de Prime Video en dirección femenina”.
El informe concluye: “Aunque el cine español avanza hacia escenarios más inclusivos, la igualdad plena requiere políticas sostenidas y estructurales. Se recomienda reforzar la transparencia y la perspectiva de género en las ayudas públicas, garantizar la diversidad en los equipos creativos, promover el acceso de identidades no hegemónicas a roles protagonistas y establecer compromisos claros de televisiones, plataformas y festivales para consolidar un sector audiovisual verdaderamente equitativo, diverso y plural”.
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