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Extremadura late en verano al ritmo del teatro clásico

Con obras como ‘Memorias de Adriano’, el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida celebra su edición número 71. Hasta finales de agosto, este oasis grecolatino ofrece más de 150 representaciones en distintos espacios de Extremadura. Una atracción turística y cultural infalible

La actriz Aitana Sánchez-Gijón en la representación de 'Medea', en el Teatro Romano de Mérida. El escenario de referencia cuenta con un aforo de 3.300 localidades.

Son historias de rabiosa actualidad creadas hace dos mil años. Con esta idea define el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida su director, el vizcaíno Jesús Cimarro, de 59 años. Sirve como ejemplo la obra Memorias de Adriano, una reconocida narración de consejos del emperador nacido en España en el año 76 d.C. Escrita por Marguerite Yourcenar en 1951, la descripción que hace del personaje en sus páginas se podría aplicar a cualquier época. “Me complací en hacer y rehacer el retrato de un hombre que casi llegó a la sabiduría”, escribió. En esta ocasión, la obra se representa en los primeros días de agosto, protagonizada por Lluís Homar.

El Festival de Mérida es una cita de obligada referencia desde su nacimiento, en 1933. El año pasado los asistentes al certamen casi triplicaron la cifra de la población residente en Mérida. Y esta 71ª edición lleva camino de repetir ese hito: a mediados de junio ya se habían vendido la mitad de las 100.000 entradas disponibles. “El espectáculo en vivo es cabeza y corazón. Se convierte una experiencia”, reflexiona Cimarro sobre ese éxito. “Yo creo que este festival te da la posibilidad de sentir”.

El espectáculo en vivo es cabeza y corazón. Se convierte una experiencia. Yo creo que este festival te da la posibilidad de sentir
Jesús Cimarro, director del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida

La base del festival es el Teatro Romano de la ciudad, con más de 2.000 años de historia. Pero las más de 150 representaciones se distribuyen también en otros escenarios y espacios arqueológicos de Extremadura. Desde el 4 de julio al 31 de agosto, su programación ininterrumpida atrapa a los viajeros, amantes o no de la cultura, en una consolidada opción de turismo estival que compagina representaciones, danza, circo, musicales, exposiciones o talleres que giran en torno a la temática grecolatina.

“Cuando asumí la dirección del festival, hace 14 años, venían una media de 50.000 personas. Y ahora son 180.000”, cuenta Cimarro. Parte de su repercusión se debe a la ardua labor de marketing y comunicación, y a la decisión de programar espectáculos que despierten interés indudable. Sobre todo, los que se desarrollan en el Teatro Romano. “Planteamos propuestas escénicas para un público mayoritario. Estamos hablando de una capacidad de 3.300 localidades”, cuenta.

También ha sido imprescindible la aportación de instituciones como Reale Foundation y el proyecto Cultura con Impacto de Reale Seguros, que cubren las espaldas ante cualquier imprevisto. “Llevan dos décadas colaborando con nosotros: se encargan de los seguros de todos los espectáculos del festival”, explica el director. En esa línea de colaboración, Mérida fue también el escenario del 20º Aniversario de Reale Foundation en España, en 2018. Más de 225 personas se reunieron para reconocer la labor de las organizaciones e instituciones con las que durante este tiempo ha colaborado la fundación, y la de las más de 140 personas que han participado en las acciones de voluntariado corporativo a lo largo de estas dos décadas.

El estreno de 'Orestíada' en el Teatro Romano de Mérida, en 2023. Una trilogía trágica de hace 2.500 años.

Una programación que sale de España

Numancia marcó el 4 de julio el inicio del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. Esta producción de los Teatros del Canal de Madrid glosa las andanzas del victorioso general Escipión que, coronado como triunfador en Roma tras derrotar a los cartagineses, llega a Numancia para conquistarla. Durante los dos meses se representarán otros muchos clásicos. Edipo Rey, de Sófocles, a cargo de la Fundación Teatro de Roma; Cónsules, con Rafael Álvarez, El Brujo; La Orestíada, de Esquilo, en versión de Luis García Montero; Cleopatra enamorada, el musical, protagonizado por Natalia Millán y Alex O’Dogherty; o Electra, escrita por Eduardo Galán, dirigida por Lautaro Perotti y protagonizada por María León.

En su incesante vocación de crecer, el festival sale de los teatros y alcanza a otras disciplinas. Desde exposiciones en el Museo Nacional de Arte Romano hasta pasacalles pensados para menores. La programación ocupará mágicos enclaves arqueológicos de la ciudad, como el Templo de Diana, el Pórtico del Foro o las Termas Romanas. “Conseguimos que Mérida, sin ser la capital de España, tenga una proyección impresionante”, reflexiona Cimarro.

Rafael Álvarez, 'El brujo', un fijo casi todos los veranos, representará en esta ocasión 'Cónsules'.

Asegura el director que el festival se ha convertido en el “buque insignia de la cultura extremeña”, el evento cultural de mayor proyección en la zona. También por su impacto económico, con una recaudación de 2,6 millones de euros en 2024, según la Junta de Extremadura. La gente de fuera se queda a dormir, a comer, a comprar. “El turismo cultural tiene una base muy importante en este festival”, confirma. De las 3.300 camas que tiene la ciudad, la ocupación hotelera en julio y agosto de la última edición se situaba en torno al 80%, según datos del Ayuntamiento de Mérida. El perfil de asistente es muy variado, según las encuestas que maneja Cimarro: la edad media está en 44 años y procede de distintos puntos, no solo de España, también del extranjero.

El festival se ha convertido en el “buque insignia de la cultura extremeña”, según el director del festival. El perfil de asistente es muy variado, según las encuestas que maneja: la edad media está en 44 años y procede de distintos puntos, no solo de España

El país que más público trae es Portugal, apenas a 70 kilómetros por la A5. Esa proximidad y complicidad con el país vecino ha llevado a los responsables del festival a presentar algunas de las obras en Lisboa, confirma Cimarro. Este año se han enfocado aún más en ese fomento de la internacionalización, “lo que no significa solo importar obras, sino presentar el festival en distintos puntos del mundo”. El director enumera Buenos Aires, Nueva York, Osaka, Roma... “Tenemos un acuerdo con esta ciudad para traer espectáculos de Roma y llevar algunos de Mérida. Nuestra intención es proyectar el festival al mundo”, confiesa. Los visitantes podrán entender cómo las culturas clásicas siguen latentes en las obras, calzadas y monumentos emeritenses y cómo se retratan, aún, a los humanos que casi llegan a la sabiduría, como el Adriano de Yourcenar.

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