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Actriz, presa y partisana: la rocambolesca vida de Goliarda Sapienza, la escritora maldita que encontró el éxito después de su muerte

Demasiado moderna para su época, la autora italiana ha vuelto a la actualidad gracias a una serie televisiva basada en su obra más conocida y la película biográfica ‘La vida fuera’

En una entrevista para la televisión de los años noventa, Goliarda Sapienza (Catania, 1924-1996) recuerda el día en que conoció al escritor checo Milan Kundera. En ella habla de lo mucho que disfrutaba de estar soltera en los años de la revolución sexual, hasta que se fue a la cama con el autor de La insoportable levedad del ser: “Se había encaprichado de mí. Pero se notaba que estaba acostumbrado a las mujeres de su país, que son unas mujeronas altas de dos metros, mientras yo soy muy chiquita. Me dio mil vueltas en la cama y me dejó descuartizada”. El episodio, que ella relató entre risas y un punto de orgullo, resume perfectamente la personalidad de Sapienza, una escritora con una vida rocambolesca que no obtuvo el merecido reconocimiento en su país hasta después de su muerte. 2025, en cambio, ha sido un año de revancha. De su obra más famosa, El arte de la alegría, se adaptó una serie de televisión multipremiada (disponible en SkyShowtime), mientras que este viernes se estrena en las salas españolas La vida fuera, una película biográfica sobre el tiempo que pasó en una cárcel de Roma.

Para entender la vida y las obras de Sapienza, es mejor empezar por el final. La escritora murió a los 72 años, completamente empobrecida. La suya fue una existencia escandalosa, al margen de las normas sociales de un país moralista y patriarcal. Su forma de ser fue en parte lo que le negó en vida el reconocimiento que sí recibieron otras escritoras contemporáneas, como Elsa Morante y Natalia Ginzburg. Todo lo que había acumulado durante su carrera como actriz y narradora lo gastó a lo largo de los 30 años que pasaron desde que empezó a escribir su obra maestra hasta el día que finalmente logró publicarse, ya después de su muerte. El arte de la alegría (editado en España por Lumen con traducción de José Ramón Monreal) estaba llamada a ser una novela maldita.

No hay consenso sobre las razones detrás de este rechazo. Cuando Sapienza terminó la novela no era una desconocida. Nacida en Sicilia durante el Ventennio fascista, era hija de un abogado socialista y de la primera mujer que llegó a la dirección del principal sindicato italiano. Su nombre, que la hizo inimitable, lo heredó del hijo mayor de su padre, el hermanastro Goliardo, asesinado por la mafia tres años antes de su nacimiento. Fue partisana durante la ocupación nazi de Roma, y actriz de cine y teatro en la siguiente década. Durante muchos años rehuyó de la escritura, al considerarla una forma demasiado inestable de ganarse la vida, hasta que en 1967 publicó su primera novela (Carta abierta, inédita en español), en la cual retrata su infancia y adolescencia en una familia de socialistas oprimidos por el régimen fascista.

“Sapienza es una autora fundamental del siglo XX que no ha sido tan leída en España como otros autores coetáneos. Creo que se debe, al menos en parte, a que siempre fue incisiva y confrontó el poder y lo masculino”, explica David Gargallo, editor de Altamarea, que en español publica la segunda novela de la italiana, Al filo del mediodía (traducida por Melina Márquez), y trabaja en una nueva edición de otro título, La cárcel de Rebibbia. Cuando escribió este primer libro, Sapienza acababa de pasar por un periodo de depresión. A través de las conversaciones con su médico —con quien mantuvo una relación—, ofrece el testimonio más íntimo sobre su vida, incluido el ingreso en un hospital psiquiátrico tras un intento de suicidio y las terapias de electrochoque a las que la sometieron durante su estancia en el centro.

Una novela maldita

Hasta ese momento, toda su obra era biográfica. Las cosas cambian cuando empieza a escribir El arte de la alegría, que tardó 10 años en terminar y otras dos décadas para publicarlo. Es muy probable que hayan influido los aspectos escandalosos de la trama. “Eran años de regreso al orden después del ‘68, había que dejar atrás la revolución sexual. Nadie comprendió el valor, ni quiso asumir el riesgo de publicar una novela tan original, libre y anticonvencional”, explica Maria Rizzarelli, profesora de literatura de la Universidad de Catania.

La novela cuenta la historia de Modesta, una mujer vital e incómoda que desafía la cultura patriarcal, fascista y opresiva de su época. Nacida el 1 de enero de 1900 en una de las regiones más pobres del país (la misma Sicilia de Sapienza), es enviada a un convento tras haber sido agredida sexualmente por su padre. Al no tener la más mínima vocación religiosa, logra escabullirse del control de las monjas y acaba en casa de una familia noble, donde su inteligencia maquiavélica y unos cuantos matricidios le permiten convertirse a su vez en aristócrata y la matriarca del palacio. Una Madame Bovary o Anna Karenina a la italiana, pero con una abismal diferencia: Sapienza regala a su heroína la absoluta originalidad de terminar su historia siendo feliz, sin tener que renunciar a la vida.

“Era un libro demasiado diferente de lo que las mujeres escribían en aquellos años, pero sobre todo de lo que los editores querían que las mujeres escribieran. Modesta no tiene ningún respeto sagrado por las formas institucionales, como la familia”, explica Gigliola Sulis, profesora de literatura italiana en la Universidad de Leeds. Uno de los aspectos más controvertidos de la novela son justamente las relaciones sentimentales y sexuales de la protagonista, que enamora a hombres y mujeres, tiene más amantes al mismo tiempo y crea una familia —que hoy se definiría como queer— que no se basa simplemente en los lazos de sangre, sino en las elecciones. “Las razones por las que nos enamoramos de Goliarda hoy son las mismas por las que no funcionaba en aquellos años: era demasiado provocativa, demasiado moderna”, añade Sulis.

El actor Angelo Pellegrino, marido de la escritora, es el que más se prodigó para lograr que El arte de alegría viera la luz. En 1994, dos años antes de la muerte de Sapienza, logró que se publicara la primera parte de la novela, apenas 200 de las 700 páginas que dan vida a la historia de Modesta. Alessandra Trevisan, estudiosa de la Universidad de Venecia y autora de dos monografías sobre Sapienza, considera que, además de los temas tratados, el rechazo a esta obra monumental se debe también a factores editoriales. Uno es seguramente la longitud del libro, que la siciliana nunca accedió a recortar. Pero también su obstinación de querer publicar con una editorial de primera categoría, cuando no era una escritora consagrada, a pesar del discreto éxito de sus primeras dos novelas.

Presa por un robo de joyas

Tampoco contribuyó a mejorar su imagen la notoriedad que ganó tras acabar presa. En 1980 fue detenida por robar unas joyas en la casa de una amiga rica y aristócrata, y pasó unos pocos días en la cárcel femenina de Rebibbia, uno de los centros penitenciarios más rígidos de Roma. Según contó más tarde, en realidad había querido vivir la experiencia de la cárcel. Al parecer, dejó pistas deliberadamente para que la descubrieran. Era un mundo que había escuchado relatar desde niña por sus padres y sus hermanos, que como militantes antifascistas pasaron por la prisión con orgullo.

También a nivel estilístico esta experiencia fue muy positiva para la escritora, como ella misma recuerda en la famosa entrevista que dio en la televisión pública unos años después. “Desafortunadamente, me sacaron demasiado temprano. Yo me quería quedar más, porque en el tiempo que pasé en Rebibbia logré mejorar mi lenguaje, que se había aburguesado demasiado”, explicaba. Fue una semana que cambió su vida, de la cual surgió La cárcel de Rebibbia (editado por Rata en 2021, con traducción de Celia Filipetto), uno de los libros más apreciados de la autora, aunque tuvo el efecto de alejarla aún más del mundillo cultural del cual había formato parte antes de recluirse de forma obsesiva para escribir El arte de la alegría.

Lo más probable es que todas estas razones contribuyeran de alguna forma al rechazo. La suerte empezó a cambiar para Sapienza en 2005, cuando la historia de Modesta se convirtió en un éxito editorial en Francia. El libro volvió a publicarse en Italia, esta vez de las manos de una gran editorial, y se convirtió en un longseller, que vende de forma sostenida unas 10.000 copias cada año.

Hoy, cuesta mucho más encontrar a alguien que no haya escuchado hablar de Sapienza en Italia. El redescubrimiento se atribuye en parte a las celebraciones por el centenario de su nacimiento, pero sobre todo a las adaptaciones de sus dos obras más conocidas. En marzo de este año se estrenó en cines y en plataformas El arte de la felicidad, una serie en seis episodios que tras pasar por el festival de Cannes se hizo con algunos de los principales premios cinematográficos en el país transalpino. Y unos pocos meses después, la directora de la serie, Valeria Golino, volvió a la ciudad francesa como actriz, interpretando a Sapienza en la película de Mario Martone La vida fuera, que recupera la peripecia en la cárcel de la autora.

No es una casualidad que la artista esté en el centro de los dos proyectos audiovisuales que tienen el mérito de haber devuelto Sapienza a la actualidad. La actriz siempre sintió que tenía una deuda de reconocimiento hacia la escritora, que en sus últimos años de vida ayudó una joven Golino a prepararse por un papel que le valió la Copa Volpi en el festival de Venecia. La vida afuera pasó sin pena ni gloria en Cannes, pero las interpretaciones de Golino y sus coprotagonistas femeninas lograron el aplauso de la crítica en Italia. “En América seguramente habrían hecho una película sobre aquel juicio mío… Incluso humorística”, bromeaba Sapienza en los años ochenta. Entonces no podía imaginar que casi medio siglo después una antigua alumna iba a hacerle justicia.

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Sobre la firma

Clara Angela Brascia
Reportera italiana asentada en Madrid desde 2019. Después de pasar por las secciones de Local y Sociedad, ahora escribe reportajes de Tecnología y Salud. En eldiario.es ha escrito sobre temas sociales y económicos. Graduada en Literaturas Comparadas por la Universidad de Turín y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS.
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