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Todos los detalles del proyecto para resignificar el antiguo mausoleo de Franco: pantallas en techos y suelos para ver y escuchar la Guerra Civil

El centro de interpretación proyectado para el Valle de Cuelgamuros incluye seis bloques temáticos y testimonios de presos que participaron en su construcción

Natalia Junquera

Que la Guerra Civil española y sus consecuencias se puedan ver y oír. Que el monumento que Franco ideó para inmortalizar su victoria, esa especie de gran pirámide que fue, hasta el traslado de sus restos en 2019, un monumento a un dictador, se convierta en un museo de la memoria dando voz a los presos políticos que participaron en su construcción. Son algunos de los hitos que plantea el proyecto ganador del concurso internacional de ideas para resignificar el Valle de Cuelgamuros, al que ha tenido acceso este periódico. Se trata de la última fase de un plan iniciado en el primer Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero para que la democracia arrebate definitivamente a la dictadura su último gran símbolo, el mejor ejemplo de lo que supuso el nacional-catolicismo. La ley de memoria histórica de 2007 prohibió los actos de exaltación del franquismo en sus inmediaciones. Era el primer paso. El último, de recorrido incierto, se titula La base y la cruz y ha sido elaborado por Pereda Pérez Arquitectos y Lignum S.L., que se impusieron sobre las otras 33 propuestas presentadas en un concurso para intervenir arquitectónica, artística y hasta emocionalmente en el complejo. La incertidumbre depende del calendario: está previsto que las obras comiencen en 2027, el año en que se celebrarán las elecciones generales si no hay adelanto. El presupuesto total para el plan de resignificación asciende a 30,5 millones de euros.

La propuesta museística para el centro de interpretación, que ocuparía un lugar en la actual explanada de acceso, incluye seis bloques temáticos: “España enfrentada”; “Un monumento para el recuerdo”; “Cómo se hizo”; “Arte y parte”; “Arqueología y vida en los penales”; “Memoria histórica y memoria democrática”. El primero prevé un despliegue audiovisual “envolvente”, con pantallas curvas, verticales, en el techo y en el suelo, para mostrar imágenes del desarrollo de la contienda, los bombardeos, su trasfondo político y social y la conexión con las dos guerras mundiales. El segundo bloque está concebido para recordar con paneles y proyectores los motivos que empujaron a Franco a construir el monumento, mientras se exhiben datos sobre fusilados, fosas comunes, exiliados, encarcelados y víctimas de campos de concentración. El tercero recurre a pantallas, vitrinas y gráficas para explicar cómo se financió la obra y las críticas que generó en el extranjero su elevado coste. El visitante podría escuchar aquí las historias dentro de la Historia a través de testimonios grabados a obreros, presos, guardias, capataces... que trabajaron en el Valle, y ver fotografías de los reclutados para levantar el monumento. El cuarto plantea un paseo explicativo sobre la arquitectura, escultura y pinturas presentes en el diseño original. El quinto pretende aprovechar el conocimiento adquirido tras las recientes excavaciones en los barracones y chabolas donde vivían los presos que trabajaron en el Valle y sus familias. Y en el último bloque se prevé la proyección de imágenes de la inauguración, en 1959; la consulta de recortes de prensa con la opinión de las potencias vencedoras de la II Guerra Mundial sobre la dictadura franquista; e información sobre la Transición y el proyecto final de resignificación del monumento.

La base y la cruz destaca la posibilidad de realizar una visita virtual con aplicaciones de realidad aumentada.El proyecto ganador prevé, asimismo, que el espacio acoja exposiciones temporales sobre temas relacionados con la convivencia, los derechos humanos, la Constitución española, la transición a la democracia...

Nuevos elementos arquitectónicos

El proyecto, que busca un equilibrio entre el paisaje y la arquitectura; el programa religioso y el cultural; la historia y la memoria, plantea una intervención mínima en el interior del monumento y se centra, fundamentalmente, en la explanada exterior, donde prevé nuevos elementos: una plataforma que ocupe todo el lateral oeste y un patio circular de 40 metros de diámetro que facilite un acceso soterrado al conjunto de la Basílica y articule la circulación hacia los nuevos usos de tipo cultural y pedagógico.

Asimismo, el proyecto incluye una especie de dunas de granito que se realizarían con el material retirado del propio complejo. En el patio central del centro de interpretación una performance titulada Ver llover, invita al visitante a observar la lluvia, según el plan ganador del concurso. El desmontaje de la escalinata actual también se reutilizaría para una especie de esculturas que permitan al visitante sentarse, conversar y observar puntos de vista.

En el jurado que ha elegido este proyecto, presidido por Iñaqui Carnicero, secretario general de Agenda Urbana, Vivienda y Arquitectura, figuraba, como asesor, un representante de la Iglesia católica, Daniel Alberto Escobar Portillo, antiguo miembro de la escolanía del Valle. También la artista Cristina Iglesias, autora, entre otras obras, de las puertas del Museo del Prado y los arquitectos David Chipperfield (británico, Premio Pritzker 2023); Fuensanta Nieto y María Langarita, entre otros.

Precedentes

Retrasos y controversias salpican la historia de monumentos de varios países en los que se ha inspirado el Gobierno a la hora de convocar el concurso internacional de ideas para resignificar el antiguo mausoleo de Franco. Del Monumento del holocausto (Berlín) empezó a hablarse en 1989 y se inauguró en 2005. En abril de 2013 fue inaugurado, rodeado de polémica, el Memorial a las víctimas de la violencia en Chapultepec, Ciudad de México. Lo había promovido el presidente Felipe Calderón, pero no acudió a su inauguración. La obra se realizó sobre un terreno que usaba el ejército, denunciado en numerosas ocasiones en el país por violaciones de los derechos humanos, lo que desagradó a algunos familiares de los asesinados.

Grupos profranquistas y antimemorialistas ya han expresado su oposición al proyecto para resignificar el Valle de Cuelgamuros, del mismo modo que batallaron —también en los tribunales— para tratar de impedir la exhumación de restos de víctimas enterradas en las criptas del Valle sin el consentimiento de sus familias.

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Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.
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