El misterio de Freida McFadden, la médica de lesiones cerebrales que se convirtió en escritora superventas con ‘La asistenta’
Ha vendido más de 20 millones de ejemplares con sus ‘thrillers’ psicológicos llenos de sorprendentes giros de guion

Como uno de esos superhéroes con doble identidad, Freida McFadden (Nueva York, 45 años) es, durante la jornada laboral, una médica especializada en lesiones cerebrales que trabaja en Boston, Estados Unidos. Su tiempo libre seguramente lo dedique a escribir, porque fuera del hospital es una autora de novelas superventas, la escritora de moda dentro del género del thriller psicológico, que levanta pasiones y vende ejemplares por toneladas. “Vive con su familia y su gato negro en una casa de tres pisos y siglos de antigüedad frente al mar”, dice en la solapa de sus libros, y es de la poca información personal que se conoce de ella. Con sus historias llenas de intriga e inesperados giros de guion, esta mujer de gafas y flequillo, tan prolífica (más de 20 libros en 12 años), ha despachado más de 750.000 ejemplares en España (solo desde 2023) y más de 20 millones en todo el mundo. Parece pegada con superglue a la lista de los más vendidos: siempre está ahí. Y, como una superheroína, es muy celosa de su identidad secreta.
Su obra más conocida es la serie que comienza con la novela La asistenta, en torno a una familia adinerada, los Winchester, que contrata a Millie como trabajadora doméstica interna: limpia la casa, recoge a la niña del colegio, prepara deliciosas comidas para toda la familia antes de recluirse a comer sola en su pequeña habitación. Todo correcto… con la particularidad de que esa asistenta tiene un misterioso pasado criminal. Y que la aparente perfección de la vida de los Winchester es solo una fachada. Y que su cuarto solo se cierra desde fuera. Y a partir de ahí… todo se lía.
La historia que así se plantea se desarrolla en La asistenta, El secreto de la asistenta, La asistenta te vigila o La boda de la asistenta, todas ellas publicadas en España, desde 2023, por Suma de Letras. ¿Cuál es el secreto de su éxito? “McFadden escribe de una manera sencilla pero muy efectiva, sus tramas son inquietantes y muy rápidas, no dan respiro al lector y juegan con sus expectativas llevándole de una conclusión a la siguiente. Cuando crees que conoces las respuestas, un nuevo giro las hace saltar por los aires”, dice Inés Vergara, directora literaria de Ficción y No Ficción Comercial Internacional del grupo Penguin Random House, al que pertenece Suma de Letras. “Es la reina de los finales que te vuelan la cabeza”.

Ahora mismo sus novelas ocupan los puestos segundo, tercer, octavo, decimonoveno y vigésimo en la lista de los libros más vendidos de Amazon en España. Se prepara una adaptación al cine de La asistenta, con Amanda Seyfried y Sydney Sweeney. Y el pasado 10 de julio se publicó en España su nueva obra, Nunca mientas, sobre una pareja, Tricia y Ethan, que, en busca de la casa de sus sueños, se ve inmersa en un misterio en la remota mansión de una psiquiatra desaparecida.
McFadden es una figura tan misteriosa como las tramas de sus novelas: cuesta encontrar fotos suyas más allá de las que proporciona la editorial (y en las que proporciona la autora parece tener siempre el mismo aspecto y el mismo gesto). Su nombre no es su nombre: es un seudónimo, porque quiere evitarles a sus pacientes la extraña sensación de ser tratados por una autora best-seller. “En el trabajo, quiero ser doctora. Muchos de mis libros tienen cosas médicas, y no quiero que la gente diga: ‘¿Esto está basado en mí?’… Me parece poco profesional”, le dijo a The New York Times en una de las pocas entrevistas que ha concedido.
De ‘amateur’ a ‘best-seller’
Escribiendo por las noches, a modo de entretenimiento (siempre había querido escribir novelas) comenzó a autopublicarse en 2013 a través de Amazon, libros relacionados con el mundo médico basados en su propia experiencia laboral; por ejemplo, The Devil Wears Scrubs (algo así como El diablo va en bata), que trata sobre un médico que es explotado y humillado por su supervisor. “Pensé: quizá publique este libro, quizá lo compren mil personas y con eso se acabe mi historia como autora», dijo McFadden a The New York Times. “Pero no fue lo que ocurrió”.
Consiguió despuntar entre miles de aspirantes anónimos al parnaso de las letras y asegura haber obtenido por la vía del libro digital y el audiolibro (de los que mantiene los derechos, en un contrato muy ventajoso) el 60% de sus ingresos. El fenómeno comenzó cuando en 2021 se fijó en ella el sello Bookouture, especializado en libros electrónicos, y le contrató su novela más famosa para enviarla a través de su newsletter.
Y a partir de ahí la inesperada eclosión literaria: sellos tradicionales en el grupo Penguin Random House, ediciones en papel y gran presencia no solo en librerías sino también en aeropuertos, estaciones y grandes superficies comerciales, como corresponde a este tipo de literatura comercial y superventas. Los thrillers de McFadden atraen a todo tipo de lectores, de toda edad y perfiles, son accesibles a la par que emocionantes. Y dejan con ganas de más. “Estamos observando que está atrayendo a muchos jóvenes, y personas en general, que quizá no tienen hábitos de lectura muy arraigados, pero han oído hablar de La asistenta y sienten curiosidad”, dice Vergara. Y suelen engancharse.

Hija de un psiquiatra y una podóloga, criada en Manhattan, lectora desde joven de maestros del suspense como Mary Higgins Clark o Robin Cook, McFadden es la autora más seguida en la plataforma de lectores Goodreads, donde su club de fans tiene más de 3.200 miembros (se apodan McFans) que mantienen animadas conversaciones: se preguntan por su libro o su personaje favorito, se sugieren la próxima lectura, los más ácidos ponen sobre la mesa la cuestión de si la escritora copia a otros autores. El fenómeno también le debe mucho a la red social TikTok, donde miles de personas comentan las historias. “La asistenta es el libro del momento y la gente no quiere quedarse sin experimentarlo por sí misma y compartir su opinión”, dice Vergara.
Pero McFadden padece cierta ansiedad social (puede que debido al acoso escolar que sufrió en su infancia), lo que la hace evitar las entrevistas e incluso las presentaciones, charlas o encuentros con el público: la vida literaria que tanto atrae a otros escritores. Por lo que se ve, no le hace falta. “No quiero escribir Guerra y paz”, ha dicho McFadden, “solo intento entretener”.
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