‘Riefenstahl’: las mentiras de la cineasta visionaria que creó la épica visual del nazismo
Un nuevo y muy recomendable documental bucea en archivos inéditos de la directora de ‘El triunfo de la voluntad’ para descifrar a una las artistas más influyentes e incómodas del siglo XX

Leni Riefenstahl nunca nos pondrá de acuerdo, ni siquiera con nosotros mismos. La mujer que creó la épica visual del nazismo, la bruja mala de la historia del cine, es uno de esos personajes odiosos que, como sus películas, resulta fascinante. El nuevo y muy recomendable documental Riefenstahl, de Andres Veiel, se estrena en Filmin junto a las dos obras de propaganda más importantes de la cineasta alemana, El triunfo de la voluntad y Olympia, dos películas cuya influencia técnica y estética llega hasta nuestros días.
El documental de Veiel desentraña muchas mentiras de una mujer inquietante que se pasó media vida (nació en Berlín en 1902 y falleció en 2003 con 101 años en su casa de la frondosa Baviera) intentando justificar lo injustificable en nombre del arte. A partir de los años sesenta —cuando se embarca en su proyecto con el pueblo Nuba, en Sudán—, Riefenstahl empezó a salir en programas de entrevistas para dar la cara sobre su vida. Gran parte de los documentos televisivos que utiliza Veiel proceden de aquellos años en los que la cineasta intentaba de forma esforzada dar una imagen candorosa mientras el rictus de su sonrisa la delataba.
Riefenstahl muestra a una mujer tenaz y manipuladora que junto a su pareja y socio desde finales de los sesenta —el director de fotografía Horst Kettner, 40 años más joven—, grabó llamadas telefónicas y recopiló las cartas de sus numerosos seguidores secretos. Aquellos admiradores anónimos justificaban el mantra de Riefenstahl: ella había sido tan nazi como el 90% de los alemanes y se enteró de las atrocidades del Tercer Reich tras la guerra. El documental de Veiel desmonta esta teoría a través del escrutinio del material inédito de las 700 cajas de los archivos personales de la cineasta, custodiados desde su muerte por la fundación pública berlinesa Preußischer Kulturbesitz.
Con una infancia marcada por un padre autoritario y maltratador que la endureció de por vida —y seguramente cauterizó su compasión por los demás—, a Riefenstahl solo le quedó la mentira como salvavidas. En The Wonderful Horrible Life of Leni Riefenstahl (imprescindible documental de Ray Müller de 1993) la actriz, directora y montadora se empeña en compararse con su compatriota Marlene Dietrich. Las carreras de ambas habían despuntado en paralelo a finales de los años veinte y, según Riefenstahl, cuando Dietrich rodaba El ángel azul, su director, Josef von Sternberg, le hizo ver lo mucho que tenían en común. Sin duda, había semejanzas. Ambas fueron mujeres perfeccionistas hasta el delirio, de una fuerza y determinación asombrosas, pero sus diferencias son mucho más importantes que sus coincidencias. Tenían todo el talento del mundo y tomaron decisiones vitales opuestas: Riefenstahl se quedó en Alemania, pactando con el diablo; Dietrich marchó al exilio, y denunció la semilla de odio y destrucción que anidaba en el Tercer Reich.

La anécdota sobre lo que le dijo Von Sternberg forma parte de esos embustes y medias verdades que Riefenstahl se fue contando a sí misma y a los demás a lo largo de su larga vida. El documental de Müller —auspiciado por ella misma y, por eso, dueño de un material muy valioso—, se emitió cuando Riefenstahl tenía 90 años y su nombre aún era un tabú en Alemania. Su eco resuena en el trabajo de Veiel a través de descartes también inéditos en los que, por ejemplo, vemos a Riefenstahl perder los papeles cuando Müller la contradice sobre su proximidad con el Ministro de Propaganda del Tercer Reich, Joseph Goebbels.
Riefenstahl embelleció con una emoción escalofriante el nazismo y es imposible, por mucho que ella lo persiguiera hasta la extenuación, desligar su obra de su fin. Pero además resulta revelador, y aún más fascinante si cabe, su trabajo en los años sesenta y setenta con el pueblo Nuba. La obsesión de Riefenstahl con el cuerpo de los africanos había nacido precisamente con Olympia, cuando observó correr al atleta afroestadounidense Jesse Owens. Pero fue una fotografía de dos nubios desnudos y, al parecer, la lectura de Las verdes colinas de África, de Hemingway, las que la empujaron a vivir durante meses en Sudán junto a estas tribus para filmar y retratar su perfección física.
Su proyecto con los Nuba (cuya ejecución también estuvo salpicada de mentirijillas) no fue el salvoconducto que ella esperaba porque en su obsesión por la belleza perfecta, los Nuba ocupan, según un célebre análisis de Susan Sontag, el tercer lugar “en su tríptico de exposiciones fascistas”. Una vez más, su fijación con el mito por encima de la verdad y la historia la desenmascararon.
'Riefenstahl'
Dirección: Andres Veiel.
Género: documental, Alemania, 2024.
Duración: 115 minutos
Plataforma: Filmin
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