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Muere el músico Chuck Mangione a los 84 años

El trompetista y compositor de jazz estadounidense había conocido la fama con tema de 1977 ‘Feels So Good’

El músico de jazz Chuck Mangione toca el fliscorno durante su actuación en el 28º Festival Anual de Jazz Playboy en el Hollywood Bowl en Hollywood el 18 de junio de 2006.
El País

Chuck Mangione, trompetista y compositor, célebre músico de jazz y dos veces ganador del premio Grammy, ha fallecido a los 84 años. Su fama internacional surgió en 1977 con su sencillo Feels So Good, un tema que se convirtió en un himno del jazz suave. Además de su carrera musical, Mangione también fue conocido por su participación como actor de voz en la serie animada King of the Hill.

Aunque la noticia ha trascendido este jueves, el artista murió días antes, el martes 22 de julio, mientras dormía en su hogar de Rochester, Nueva York, según confirmó su abogado. Mangione llevaba retirado de la música desde 2015.

“La historia de amor de Chuck con la música se ha caracterizado por su energía desbordante, su entusiasmo sin reservas y la alegría pura que irradiaba desde el escenario”, ha declarado su familia en un comunicado al periódico Rochester Democrat & Chronicle, donde también destaca el aprecio que el músico mostraba por el público, sentándose al borde del escenario después de sus conciertos, firmando autógrafos a los fans que se quedaban para saludar a la banda.

Feels So Good, su mayor éxito en una dilatada carrera de 30 álbumes desde los años 60, es una pieza habitual en las emisoras de jazz contemporáneo. El tema alcanzó el cuarto puesto en la lista Billboard Hot 100 y se situó en lo más alto del ranking de adulto contemporáneo de la misma publicación. La melodía fue reconocida en 1980 por la publicación Current Biography como “la melodía más reconocida desde Michelle de The Beatles”.

La vocación musical de Mangione se manifestó desde muy joven en su ciudad natal de Rochester, donde formó, con su hermano pianista Gap, la banda The Jazz Brothers, con la que grabó tres álbumes. Creció en un hogar donde su padre lo expuso a los grandes del jazz de los años cincuenta, entre ellos Dizzy Gillespie, un amigo de la familia que cenaba con ellos con frecuencia. Su talento se consolidó luego durante su paso por la reconocida Eastman School of Music, donde estudió entre 1958 y 1963, un periodo decisivo en el desarrollo de su técnica y sensibilidad artística.

Tras su gran hito, Mangione también compuso Chase the Clouds Away, adoptada por los Juegos Olímpicos de 1976 o Give It All You Got, creada especialmente para los Juegos Olímpicos de Invierno de 1980 en Lake Placid, donde la interpretó durante la ceremonia de clausura.

Mangione ganó dos premios Grammy de un total de 14 nominaciones. El primero fue en 1977, en la categoría de mejor composición instrumental, por Bellavia, una pieza que dedicó a su madre. En 1979 obtuvo el segundo, en la categoría de mejor interpretación instrumental pop, por The Children of Sanchez. Esta última, banda sonora de la película del mismo nombre, también fue galardonada con un Globo de Oro.

El lanzador de los New York Yankees Dock Ellis, a la derecha, se divierte un poco con la trompeta de Chuck Mangione antes de un partido contra los Toronto Blue Jays en el Yankee Stadium, el 19 de abril de 1977, en Nueva York.

A finales de los años noventa, la música de Mangione atrajo a nuevos fans cuando interpretó una versión de sí mismo en la serie animada de la cadena Fox King of the Hill, como voz del ficticio supermercado Mega-lo-mart, con el eslogan “shopping feels so good” (algo así como “comprar sienta bien”). También compuso la música para el episodio especial del Día de San Valentín de 1998.

En 1988 tocó en España y así lo recuerda una crónica de Jorge Flo para este periódico, donde se destacaba la capacidad del músico para “manejar la noche a su antojo”: “No produce explosiones de júbilo e historia, pero tiene todos los ingredientes para no ser nunca rechazado. Mangione lo sabe y utiliza esta ausencia de tensión para hacer del público su cómplice, como cuando desciende del escenario a tocar entre los asistentes e invita a bailar a una enamorada mientras la banda sigue tocando. También cuida con esmero sulook-gabanes, gabardinas y el inevitable sombrero-, adecuándolo consecuentemente. Su personalidad y su música se hacen por momentos irresistibles (...) Muchos salieron enamorados de la música de Mangione. O de él".

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