‘Diamante en bruto’: la tragedia de querer ser Kim Kardashian
El debut de la francesa Agathe Riedinger se aproxima a la vida alienante de una aspirante a famosa interpretada con fuerza por la actriz Malou Khebizi

Diamante en bruto enfrenta al espectador al delirio turbocapitalista de una juventud que ha encontrado en el dinero y la fama sus únicos referentes. Liane, la protagonista de este drama realista ambientado en el sur de Francia, es pobre y combate su miserable vida con un trágico sueño: ser como Kim Kardashian. La diosa de todas las influencers marca su estética y su destino: de las operaciones de cirugía cutres al horizonte de un zafio reality show. Como millones de adolescentes, Liane pasa sus emociones —y su cuerpo— por el filtro de las redes sociales hasta reducir su autoestima a la nada.
La ópera prima de la francesa Agathe Riedinger observa con lupa cada detalle de la vida de Liane sin juzgarla, pero exponiendo con enorme crudeza el callejón sin salida de una existencia que solo sabe responder a estímulos ilusorios.
El deseo del lujo obsceno, la hipersexualización del cuerpo a través del bisturí y la ropa, la adicción al selfi o los likes y la soledad digital muestran la vida esclavizada y deshumanizada de una joven que se cree libre. La fuerza de su protagonista, Malou Khebizi, es lo mejor de una película que se estanca demasiado pronto, y acaba resultando irregular por su incapacidad de ir más allá del descarnado retrato del personaje. Todo lo que rodea a la piel de la protagonista resulta extremo pero convincente, con momentos tan expresivos como la secuencia de la sesión de contouring. Su rostro, su manera de vestirse y de comportarse ante los demás, todo conduce al infierno de la frustración perpetua.

Riedinger se mueve entre el estilo realista de la escuela de los hermanos Dardenne, siempre pegada al aliento de su personaje, pero a la vez incorpora imágenes más evocadoras que pueden recordar a la británica Andrea Arnold por su manera de detenerse en los destellos de un fetichismo de baratijas y uñas decoradas con strass.
La disfunción familiar y la obsesión consumista conforman la pesadilla que retrata la película, cuya bajada a los infiernos acaba resultando algo ambigua y desorientada, aunque sostenida, eso sí, por la potencia de un personaje que representa el desamparo de una generación capaz de inmolarse por el deseo de llegar a ser Kim Kardashian.
Diamante en bruto
Dirección: Agathe Riedinger.
Intérpretes: Malou Khebizi, Idir Azougli, Andréa Bescond, Ashley Romano.
Género: drama. Francia, 2024.
Duración: 103 minutos.
Estreno: 18 de julio.
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