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Se subasta en Berlín una antigua torre de vigilancia fronteriza de la RDA

Este edificio protegido como monumento histórico en un paraje natural de la UNESCO se puede adquirir por una puja mínima de 5.000 euros

La antigua torre de control fronterizo situada en la pequeña localidad de Cumlosen se subastará este viernes en Berlín.
Almudena de Cabo

Durante décadas, la República Democrática Alemana (RDA) vigiló la frontera interna que dividía a los dos Alemanias para evitar la fuga de ciudadanos del este al oeste, a la República Federal Alemana (RFA). Ahora, una antigua torre de control fronterizo situada en la pequeña localidad de Cumlosen, en el noroeste de Brandeburgo, sale a subasta.

La torre, ubicada a mitad de camino entre Hamburgo y Berlín, y a orillas del río Elba, se subastará este viernes en Berlín. Por una puja mínima de 5.000 euros se puede adquirir este edificio protegido como monumento histórico en un paraje natural parte de la reserva de biosfera de la UNESCO “Paisaje fluvial del Elba”. Sin embargo, según la empresa Deutsche Grundstücksauktionen AG de Berlín, encargada de la subasta, debido a los daños causados por el vandalismo y a los años de desocupación, el edificio necesita “importantes obras de reparación y rehabilitación”.

De acuerdo con la información suministrada por la casa de subastas, se trata de una construcción maciza de tres plantas y un sótano, con un anexo de una planta, que antiguamente se utilizaba como oficina. “El edificio está revestido de yeso y se caracteriza por su arquitectura funcional y específica, típica de las instalaciones de seguridad fronterizas de la antigua RDA”, detallan.

La torre se encuentra ubicada a mitad de camino entre Hamburgo y Berlín, y a orillas del río Elba.

En la planta baja de la torre se encuentran el vestíbulo con suelo de baldosas, el aseo, la sala de máquinas para las instalaciones eléctricas y el pasillo que da acceso al anexo. Una escalera de hormigón conduce al sótano, donde se encuentran otras instalaciones eléctricas, así como a la primera y segunda planta, donde se encontraban las salas de descanso de los soldados fronterizos.

Una escalera de hierro conduce a la tercera planta, donde se ubicaba el antiguo puesto de observación de la torre fronteriza. El anexo es un edificio rectangular de una sola planta, enlucido y con ventanas individuales. Desde la planta baja de la torre, un pasillo conduce al anexo, donde antes se encontraban las oficinas.

El terreno circundante, con una superficie de 3.683 metros cuadrados, también se subasta con la torre. Según la oferta, la superficie útil es de aproximadamente 180 metros cuadrados. El propietario actual es una empresa inmobiliaria propiedad del Estado federal.

La antigua torre de control fronterizo situada en la pequeña localidad de Cumlosen.

Según explicó a la agencia dpa Bernd Atzenroth, portavoz del distrito de Prignitz, al que pertenece la localidad de Cumlosen, Prignitz no participará en la subasta. “Actualmente, hemos recibido numerosas consultas de interesados”, comentó. “Es un tema que interesa a mucha gente”. Sin embargo, reconoce que no está claro si, debido a su complicada estructura, alguien querrá finalmente adquirir el edificio.

Cumlosen se encuentra en la antigua zona fronteriza. A pocos kilómetros río abajo, el Elba separaba la República Federal de Alemania y la RDA. Hoy en día, dos transbordadores vuelven a conectar los estados federados de Brandeburgo y Baja Sajonia.

La frontera interna alemana, de casi 1.400 kilómetros de longitud, impidió hasta la caída del Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989, mediante fortificaciones masivas, que los habitantes de la RDA huyeran. Unos 30.000 soldados de las tropas fronterizas de la RDA tenían orden de impedir la huida, incluso disparando a las personas que lo intentaran.

Una antigua torre de control fronterizo situada en la pequeña localidad de Cumlosen.

A esta frontera se le sumaba la frontera dentro de Berlín, que separaba la RDA de los sectores occidentales, que quedaron aislados dentro de la capital alemana cuando se levantó el Muro en agosto de 1961. En un primer momento, las torres de vigilancia eran de madera, pero en la década de 1960 fueron sustituidas por torres cilíndricas y más tarde por torres cuadradas de hormigón con capacidad para tres o cinco soldados, como la que se subasta ahora. En las zonas fuera de la capital alemana y donde no había asentamientos cercanos, la frontera interalemana consistía en varias vallas metálicas con sistemas de señalización y zanjas y contaba con más de 400 torres de vigilancia.

El cruce ilegal de la frontera era un delito que podía acarrear una pena máxima de cinco años de prisión. Muchos perdían la vida en su intento. Hasta la fecha no se conoce el número exacto de víctimas mortales en la frontera interior alemana. La Fundación Muro de Berlín estima que el número total de víctimas del régimen fronterizo es de aproximadamente 650. Esta cifra incluye también a las personas que murieron en el mar Báltico.

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Sobre la firma

Almudena de Cabo
Ha desempeñado la mayor parte de su carrera como corresponsal en Alemania, país al que llegó en 2007 y donde ha trabajado para medios como la Agencia Alemana de Prensa (DPA), TVE o El Correo. Vivió varios años en Londres, donde trabajó para BBC Mundo antes de regresar a Berlín en 2024. Desde entonces escribe sobre Alemania en EL PAÍS.
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