Muere el jurista Alejandro Nieto, expresidente del CSIC y experto en la corrupción en España

El jurista Alejandro Nieto García, catedrático de Derecho Administrativo que fue presidente del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) entre 1980 y 1983, ha muerto este martes según ha publicado en redes sociales la actual presienta de la institución, Eloísa del Pino. “El CSIC se levanta con la triste noticia del fallecimiento de Alejandro Nieto, presidente de la institución entre 1980 y 1983. Queremos trasladar a su familia y amigos nuestro profundo pesar y el reconocimiento y admiración por trabajo intelectual y su gestión en el CSIC”, anunció del Pino a través de un mensaje en la red social X (antes Twitter). Tenía 93 años.

Nieto, nacido en Valladolid en 1930, era abogado, historiador y escritor y, tras dejar la presidencia de CSIC, siguió ligado a la institución y formó parte de su Colegio de Presidentes, un órgano asesor que se creó en 2011 para mejorar el posicionamiento del organismo a nivel nacional e internacional.

Entre los libros de Alejandro Nieto figuran varios sobre la corrupción y dos sobre desgobiernos: El desgobierno judicial y El desgobierno de lo público, ambos publicados por Ariel. Del último escribió en Babelia en 2019 el académico Emilio Lledó. Dijo del libro de su compañero: “Hay en nuestro país tantas discusiones, cotilleos ridículos, que realmente resulta escandaloso y lamentable el que se ignorase este libro”. En una entrevista con EL PAÍS, Nieto dijo sobre la corrupción: “Los partidos generan un clima de corrupción: gastan diez veces más de lo que ganan”.

La mayor parte de la obra de Nieto se basó en el Derecho Administrativo y la Historia de la Administración en la España Contemporánea, con diversos ensayos sobre temas universitarios y el mundo de la judicatura. Fue doctor honoris causa por la Universidad Carlos III de Madrid en 1995 y la Universidad Nacional de Buenos Aires, y, además, se hizo con la medalla de plata del CSIC en 1998 en un acto de homenaje en el que Nieto criticó “el mecanismo excesivamente burocrático que posee la Ciencia española en su financiación”.

Un año antes, en 1997, también obtuvo el Premio Nacional de Ensayo. En marzo de este año se posicionó en contra la Ley de Memoria Democrática al denunciar que contenía “enormes errores técnicos” en su último libro Entre la Tercera y la Segunda República.