Muere Philip Baker Hall, actor de amplio rango que actuó para Paul Thomas Anderson y Antonioni

Dueño de un vasto rango actoral, Philip Baker Hall falleció a los 90 años la noche del domingo en su casa de Glendale, California. Protagonista de cintas de Robert Altman, Paul Thomas Anderson y Michael Mann, entre varios más, el actor se hizo un nombre en Hollywood como un sólido miembro de reparto gracias a su voz grave y aplomo frente a la cámara. Ya fuera un papel cómico como detective en Seinfeld que un rol de alto voltaje dramático como el que tuvo en Magnolia, Baker Hall emanaba autoridad en la pantalla a pesar de su rostro de sabueso. Su hija, Anna Ruth Hall, ha confirmado que falleció por complicaciones con un enfisema.

La noticia fue confirmada primero por Sam Farmer, periodista deportivo de Los Angeles Times. El reportero, quien cubre la NFL para el diario angelino, era conocido del actor desde décadas. “Mi vecino, mi amigo, y uno de los hombres más sabios, amables y más talentosos que conocí, murió en paz la noche de ayer [por domingo]”, escribió en Twitter. Farmer asegura que su vecino era un apasionado de los deportes, sobre todo de Larry Bird y los Dodgers. En una categoría diferente tenía a Rafael Nadal. El periodista asegura que Baker Hall, en sus últimos días de vida, se levantaba temprano para seguir la hazaña del mallorquín en el Roland Garros.

Baker Hall deja un legado de cientos de obras, 80 películas y 200 episodios de televisión, además de otro centenar de obras de teatro. Uno de los papeles más memorables que dejó sobre el escenario fue su interpretación de Richard Nixon para el monólogo de 1983 Secret Honor. El éxito encarnando al presidente de Estados Unidos caído en desgracia tras el escándalo de Watergate lo llevó a protagonizar la adaptación cinematográfica que Altman hizo de la obra poco después.

El actor siguió trabajando ya entrado en muchos años. A pesar de sufrir enfisema en los pulmones, arrastraba un tanque de oxígeno entre las locaciones de sus proyectos más recientes, entre estos Argo, la película ganadora del Oscar dirigida por Ben Affleck, y del éxito televisivo Modern Family. Su película final fue La última palabra, de 2017, donde compartió créditos con Shirley McLaine. Tres años después aún aparecería en una serie para Netflix, Messiah.

Hall comenzó a actuar cuando tenía más de 30 años. Su debut frente a la pantalla, aunque no tuvo crédito en la obra final, fue para una leyenda del cine, Michalangelo Antonioni, en Zabriskie Point. Originario de Toledo, Ohio, Baker Hall sirvió en el ejército como traductor en Alemania y fue profesor de instituto antes de comenzar a hacer teatro. Después de un paso por Nueva York, cambió de costa ante la promesa que el oeste guarda para muchos quienes buscan suerte en el mundo del espectáculo. Entre sus primeras comedias televisivas estuvo MASH, la sátira sobre la guerra de Vietnam.

Su reputación como sólido hombre de reparto tardaría en llegar. Fue en los años 90, gracias a su trabajo para dos hombres que ayudaron a definir la década, Jerry Seinfeld y Paul Thomas Anderson. Para el primero, Baker Hall creó a un detective privado que tomaba del personaje de Philip Marlowe, de Raymond Chandler, un duro investigador que trabaja para la Biblioteca Pública de Nueva York y sigue la pista de un ejemplar de Trópico de Cáncer que no se devolvió nunca. Los creadores de la serie le escribieron un pequeño papel a Hall para el episodio final.

Paul Thomas Anderson eligió al actor para un cortometraje de 1993 llamado Cigarrillos y café. Ese fue el inicio de una relación muy fecunda. El director lo incluyó en su largometraje documental, Hard Eight. Después apareció en Boogie Nights y Magnolia, dos películas que consolidaron a Anderson como uno de los cineastas más importantes de Estados Unidos. “Simplemente lo amo como actor, no hay nadie más con una cara como la suya, ni con una voz así”, dijo Anderson a Los Angeles Times en 1998.

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