Su nombre es Mohamed

En su último filme antes de fallecer el pasado otoño a los 73 años, el cineasta serbio Goran Paskaljevic homenajea de manera explícita El evangelio según San Mateo, de Pasolini, y de forma más onírica a los niños errantes de Paisaje en la Niebla, de Theo Angelopoulus. Dos cumbres de un cine humanista cuya razón de ser es una búsqueda existencial que por desgracia esta película no recoge. A pesar de la niebla se presenta en un principio como una historia sobre el abismo de los niños refugiados que llegan desesperados y perdidos a Europa y que Paskaljevic envuelve en esa niebla que abre y cierra el metraje. El filme ofrece como epílogo datos escalofriantes: según la Europol en los últimos tres años han desaparecido más de 10.000 niños migrantes no acompañados. Después de ser registrados por la policía, en algún momento se les perdió la pista. La mitad de esas desapariciones fueron en Italia.

Paskaljevic se detiene en el camino a Roma de uno de ellos, Mohamed, y en la pareja que lo encuentra desamparado en una parada de autobús después haber huido del campo de refugiados con la intención de viajar a Suecia, donde le han dicho que están sus padres. La película, que se presentó en la última Seminci, festival que siempre arropó y premió con tres Espigas de Oro el tantas veces tragicómico cine del balcánico, se iba a titular en un principio Me llamo Mohamed, en alusión al orgulloso arraigo del niño protagonista con su nombre y su cultura. Pero el conflicto del crío resulta tosco, mal concebido y encima dirigido sin mucha paciencia.

Los conatos xenófobos de algunos miembros de la familia, católica y de misa, se cruzan con el principal meollo de la película: por si fuera poca la desgracia del niño refugiado, el centro acaba siendo el propio drama familiar de la casa que lo acoge y la relación algo tóxica que establece la madre de acogida con el niño, convirtiendo la película en un despropósito mal calculado sobre la pérdida y la orfandad y en la que la suerte y el nombre de Mohamed acaba injustamente diluido.