Retrato de la impotencia
No hay psicologismo en 'Beautiful boy'; explicaciones, porqués ni soluciones. Solo hechos. Y fracasos. Una y otra vez


El caso de Nic Sheff y David Sheff debe ser único en el mundo: en el de las drogas y en el de la literatura. Hijo adicto a la metanfetamina y a un largo rosario de estupefacientes, a la autodestrucción y al vigoroso chute de la nada, y deshecho padre de la criatura, comprometido, desorientado, derrumbado, ambos acabaron escribiendo sendos libros independientes, y de gran éxito, sobre su experiencia en el infierno, el de la toxicomanía y el de la paternidad infortunada. Beautiful boy, primera película americana del belga Felix Van Groeningen, está basada en sus textos. Y se notan los conocimientos, las vivencias, la delicadeza, el dolor y la falta de explicaciones. Y todo se agradece.
BEAUTIFUL BOY
Dirección: Felix Van Groeningen.
Intérpretes: Steve Carell, Timothée Chalamet, Maura Tierney, Amy Ryan.
Género: drama. EE UU, 2018.
Duración: 111 minutos.
Para ello, Van Groeningen utiliza una (des)estructura narrativa basada en continuos saltos en el espacio y en el tiempo, pero no en forma de convencionales flashbacks, sino de rupturas del continuo secuencial a base de insertos del pasado, incluso de diálogos en off, de otro tiempo, que se incrustan en la imagen del presente, otorgando así a la película una lectura alternativa y metafórica, acorde con lo que se está relatando: en el mundo de las drogas no hay presente ni pasado, todo es una especie de círculo vicioso donde el suplicio y el éxtasis siempre regresan o están a punto de regresar. En la mente, en el cuerpo. Casi a la manera de las películas de Nicolas Roeg, aunque sin llegar a la maestría del autor de Contratiempo, ofreciendo lo que está en la cabeza de los personajes, pero sin apartarse del discurrir natural de lo acontecido.
No hay psicologismo en Beautiful boy; explicaciones, porqués ni soluciones. Solo hechos. Y fracasos. Una y otra vez. Y que cada uno saque sus conclusiones: sentimentales, emocionales, sociales, familiares. El que debía ser “gran proyecto vital” de un padre responsable yace con los brazos perforados por la jeringa, la búsqueda y la desesperación. ¿Por qué? Porque sí. La plaga contemporánea de la heroína en EE UU no entiende de clases sociales. Y la película tampoco, sin concesiones, evitando una falsa luz al final del túnel, y asentada en las formidables actuaciones, tan distintas, tan complementarias, de Steve Carell y Timothée Chalamet.
Al trabajo de Van Groeningen, más complejo y trascendente que el de la tan celebrada como meliflua Alabama Monroe (2012), solo le sobra cierto remilgo en los últimos minutos, cuando los cantos celestiales se apoderan de la banda sonora y las imágenes pedían silencio, sequedad y tortura. Pero la película es terrorífica como retrato de la impotencia. Y en un tema así eso es perfecto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
Smart-Dieck, la pareja que representará a España en patinaje artístico en los Juegos: “Tenemos que mantenernos concentrados”
Maisa Hens, cantante: “Gracias al anuncio de El Almendro no tuve que volver a hacer un cásting”
Las reivindicaciones de Cristina Pedroche con sus vestidos de las Campanadas
El PP de Ayuso veta la comisión de investigación que pidió Más Madrid para el hospital de Torrejón
Lo más visto
- Víctor Bermúdez, profesor de Filosofía: “Hemos perdido el control del proceso educativo, lo que damos en clase es en gran medida un simulacro”
- Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- “Un jardín con casa, no una casa con jardín”: así es la premiada vivienda de 146 metros cuadrados que se camufla con la vegetación
- TVE se reivindica (con pulla) en su gran noche televisiva




























































