El artista sin podio

En un valioso momento del documental Antonio López. Apuntes del natural, el célebre artista confiesa no haber sido nunca capaz de ver en su integridad El sol del membrillo (1992), la película en la que Víctor Erice capturó el misterio de su proceso creativo, sirviéndose del elemento esencial que singulariza al cine como lenguaje expresivo: la temporalidad. No resulta incomprensible la resistencia de López: la película de Erice es un retrato tan preciso que asomarse a ella quizá suponga enfrentarse a un espejo cuando la disciplina artística te exige mirar alrededor, o mirar más allá de uno mismo. Las palabras del artista desbordan humildad, del mismo modo que solo puede interpretarse como un gesto de humildad que el director Nicolás Muñoz Avia, hijo de pintores, haya decidido incluir una referencia a El sol del membrillo en su trabajo.

Antonio López. Apuntes del natural es un documental fiel a la promesa que propone su título: lo que hace Muñoz se parece bastante a un cuaderno de apuntes, que permite contemplar al artista trabajando, en la elaboración de un lienzo o de una pieza escultórica, impartiendo docencia, preparando una exposición y, sobre todo, compartiendo tanto sus reflexiones sobre su arte como su memoria personal. La película prefiere capturar a su personaje en situación que hablando ante la cámara y el conjunto, pese a su visible vocación de no sentar cátedra, acaba ofreciendo un retrato complejo de una personalidad que no parece mantener otro compromiso que el que le exige la creación artística.