El cambio climático se instala en el Museo Thyssen

En las salas Moneo del Museo Thyssen seis pantallas proyectan una marea incesante de imágenes que invitan a reflexionar sobre la capacidad de destrucción del ser humano en la naturaleza. Purple, del cineasta y artista contemporáneo John Akomfrah (Accra, Ghana, 1957), narra los efectos devastadores del cambio climático en el siglo XXI en determinadas zonas del planeta. La pieza, de una hora de duración, se puede contemplar hasta el 25 de marzo y forma parte de los actos dedicados al 25º aniversario del museo y la feria Arco, que se celebra entre el 21 y el 25 de este mes. La obra es una producción de la fundación de arte contemporáneo TBA21, creada por Francesca von Habsburg, y supone el inicio de una colaboración anual de la hija del barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza con el museo.

Chus Martínez, comisaria de la exposición dentro del proyecto El futuro no es lo que va a pasar, sino lo que vamos a hacer, mantiene que el ser humano es el agente más destructor para sí mismo. “No solo se trata de un cambio, sino de la mayor sustitución de un mundo por nada, por su aniquilación”. Francesca von Habsburg explicó que, desde su fundación, los artistas trabajan con temas relacionados con preocupaciones sociales como la desigualdad de la mujer o temas ambientales. “Al igual que mi padre o mi abuelo, creo mucho en el poder de los artistas por que son la antena de nuestro mundo”. El autor de Purple explica que su obra: “Es una fusión de sonido e imágenes de mundos amenazados que llaman a la solidaridad. Mi sueño era enfrentarme a esta pieza y tuve la suerte de encontrarme con una mecenas tan rompedora como Francesca”.

La gran ausente en el acto fue Carmen Thyssen, vicepresidenta vitalicia del patronato y enfrentada en algunas ocasiones con la hija de su marido. Solo al final del acto, fue Francesca Thyssen quien agradeció el “permanente entusiasmo de Tita”.