‘Paula’, un tormento ahogado en el silencio

-Grítale.

-No puedo, no me sale.

Tan sólo dos líneas de guión pueden resumir toda la hora que se prolonga Paula, la ópera prima del argentino (residente en Barcelona) Eugenio Canevari. Claro que eso no sería posible sin la soberbia actuación de Denise Labbate, que interpreta a una niñera que trabaja en una acaudalada finca de la Provincia de Buenos Aires en un pueblo sin nombre pero que podría ser cualquiera. La película se rodó en 2015, lleva tres semanas en cartel y se prepara para dar la vuelta por Argentina. La historia cuenta la soledad que vive Paula (encarnada por Denise) tras enterarse que quedó embarazada de forma involuntaria, por lo que decide abortar.

Eugenio Canevari describió a su propia obra como “un retrato de una sociedad marcada por la indiferencia, la hipocresía, la codicia, el individualismo". A partir de la noticia del embarazo, y en una sucesión de planos perfectamente fotografiados en los que casi siempre aparecen perros, va creciendo la angustia de Paula por no contar con el apoyo del padre de la criatura ni de sus patrones, quienes delegan en la joven la crianza de sus tres hijos y discuten cuánto podría costárles otro hijo. La joven, rodeada de niños ajenos, también valora la vida del pequeño que espera, pero roba dinero de la casa para poder interrumpir el embarazo.

Denise tiene 26 años y es de Pergamino (a 230 kilómetros de Buenos Aires). Estudió actuación en la Escuela Metropolitana de Arte Dramático (EMAD). Consiguió el protagónico de Paula de manera muy casual. “Estaba junto con mi novio en Rojas y leí un aviso en un diario zonal que convocaba al casting de la película. No sabía si ir, me daba paja (pereza). Pero él me dijo: andá. A la semana siguiente me estaban llamando para decirme que había sido elegida para personificar a Paula. No lo podía creer”, contó al diario Clarín. De no conocer más allá de la Ruta Nacional 8, que conecta Pergamino con la gran ciudad, se encontró en San Sebastián y Londres para las presentaciones de la cinta en los festivales.

“Trabajar con Denise fue una experiencia muy gratificante”, reconoce el director en diálogo con EL PAÍS. “Más allá de algunas ideas previas, al personaje lo fuimos construyendo juntos a lo largo del rodaje. Su manera de caminar, de hablar, su mirada. Se me hizo muy fácil trabajar con ella, tiene talento natural”, dijo Canevari. El cineasta contó que “fueron 15 jornadas de rodaje, no había plata para más y eso también me condicionó a la hora de trabajar con los actores porque no había podido ensayar antes”. La filmación se hizo en la estancia de la abuela del propio Canevari, semanas antes de que fuera vendida.