Se buscan 1.700 ciudadanos que den la cara

El artista Bernardí Roig (1965) espera captar mil setecientos rostros reales, a lo largo de cuatro días, entre hoy sábado 21 y el martes día 24, en la Lonja de Palma de Mallorca. La suma organizada de las fotografías individuales de las testas de esa masa, con idéntico gesto sugeridos en expresión doliente -ojos cerrados y frunciendo el cejo, boca prieta, ocultando un labio, simulando que padecen-. protagonizará la muestra de Roig, Faces Project,. Apenas uno de los habituales ‘hombres blancos’ de Roig y un faro de neones de luz cegadora blanquecina identificaran el espacio, un monumento medieval excepcional.

El casting está en marcha y supone todo un reto, aun con autoridades participantes incluidas. Todos los participantes –mayores de edad- al final de la exposición podrán recoger, en obsequio, la serigrafía de su propia cara, un original impreso firmado. Es un gancho añadido para los interesados, que deberán firmar un documento de cesión de imagen para esta acción multimedia, aún incógnita, con conexiones en la red, (Twitter) y vídeo.

La compleja obra multidisciplinar de Bernardí Roig invadirá hasta finales del mes de octubre el patio de columnas retorcidas y arcos góticos del contenedor que levantó y labró un maestro picapedrero y escultor, Guillem Sagrera. El motivo central de la instalación de los rostros distintos de Roig nace en Franz Xaver Messerschmidt, de tres distintas expresiones faciales extrema de otros tantos bustos de ese enorme y misterioso escultor barroco, germano austríaco, del siglo XVIII y aun contemporáneo.

Las mil setecientas caras compondrán el primer proyecto expositivo del nuevo Gobierno balear del PP. La anterior muestra de calado internacional en el mismo espacio –y en otros de todas las islas Baleares- la protagonizó en 2003 Miquel Barceló, una producción ejecutada al final del primer Gobierno del PSOE y los nacionalistas. El pasado verano de 2011 Louis Vuitton encargó a Fabrizzio Plessi un montaje sobre ‘llaüts’ (faluchos) para la Lonja, reabierta tras años de clausura debido a su restauración.

Roig, que habita en Binissalem, Mallorca, y trabaja en un lagar, ama las referencias literarias (Thomas Bernhard) o cinematográficas; en Bruselas recreó el motivo de la película “Blow Up” de 1966, de Michelangelo Antonioni basada en un texto de Julio Cortázat. Buen dibujante hace años que optó por abandonar la pintura clásica, soporte tela y pigmentos. Su gramática de raíz minimalista. En los últimos tiempos ha expuesto en Kuntsmuseum de Bonn, el Bozar de Bruselas, el IVAM de Valencia, el Museo Carlo Bilotti de Roma, la galería Ca' Pesaro de Venecia, en la Triennale de Milán, en el Castell dell'Ovo en Nápoles. Ha estado representado en Venecia durante las dos últimas ediciones de la Bienal.