La Gran Manzana de la mafia

El Nueva York de... las series, los escritores, el proteccionismo, Woody Allen, etc., etc. Se han hecho miles de retratos y se han contado miles de historias de la Gran Manzana. Gay Talese escribió de sus bebedores y sus ascensoristas, mientras que Paul Auster contó la miseria de sus sin hogar. María Adell y Paul Llavador se han centrado en cambio en El Nueva York del Padrino y otras películas de la Mafia, tal y como se titula el libro que acaban de publicar. 

En efecto, la ciudad estadounidense ha acogido decenas de rodajes a base de tiroteos, gánsteres y códigos de honor. Además de mostrar varias caras de Nueva York, El Padrino, de Francis Ford Coppola, se estrenó en esa ciudad, el 15 de marzo de 1972. 

Un año antes, Gene Hackman, en la piel del policía Jimmy Doyle, intentaba detener en la Gran Manzana una organización dedicada al tráfico de droga y cuyas raíces llegaban hasta Francia. Contra el imperio de la droga (The French connection) ganó cinco oscars, entre ellos mejor director y mejor interpretación masculina.

Bastante más tarde llegó Uno de los nuestros, obra maestra con la que Martin Scorsese contaba el ascenso en la jerarquía criminal de Henry Hill (Ray Liotta). Robert de Niro y Joe Pesci (Oscar al mejor actor secundario) completaban el gran reparto de Goodfellas, el titular original del filme.  

Robert de Niro también protagonizaba Érase una vez en América, del director italiano Sergio Leone. El actor volvía a coincidir con Joe Pesci en la trayectoria de un grupo de gánsteres judios desde su juventud hasta su reencuentro 35 años más tarde. 

Más que la mafia, la protagonista de Cotton Club era la música. El jazz, en concreto. La historia de este local de Harlem, dirigida por Francis Ford Coppola, se estrenó en diciembre de 1984.