No sin mi piso

A Max Lemcke (Madrid, 1967) hay que reconocerle su esfuerzo: busca historias diferentes, con una semilla germinada en la realidad, pero sin caer en un cine social panfletario. El cineasta cree que eso se debe a que sus guiones nacen de recortes de periódicos, de historias que le llaman la atención y que va guardando hasta que estallan en el momento adecuado. Mundo fantástico, su primera película, jugaba a la verdad y a la mentira en la vida de las empleadas del sex shop más grande de Madrid, en la calle de Atocha. Casual day, su segundo largo , enfrentaba a empleados y directivos de una empresa en unas de esas jornadas de confraternización para conocerse mejor. En ambas había verdad y había ficción. Ahora, con Cinco metros cuadrados, la verdad es la crisis inmobiliaria y la mentira, el drama de una pareja que ve cómo su piso soñado se queda en los sueños a medio construir por la especulación y la corrupción, y sin el dinero que habían adelantado. Lemcke ha reunido a una pareja ya habitual, Fernando Tejero y Malena Alterio, para hacer de los sufridos tortolitos , y ha colocado a Manuel Morón como concejal de urbanismo y a Emilio Gutiérrez Caba como el constructor en el bando de la podredumbre.

Hoy en Málaga la película ha sido recibida con aplausos. Lemcke ha explicado que, como sus anteriores trabajos, no se basa en hechos reales pero que ha jugado con "todos los elementos que se dan" en la vida real. "Todos sabemos que han pasado", relata. Para eso ha construido "un héroe anónimo, un perdedor moderno, una persona que tiene un anhelo sin grandes lujos, y que nos sirve de símbolo de los tiempos". Y esperaba que Cinco metros cuadrados (referencia a la medida de la hipotética terraza del piso de los protagonistas) sirviera para algo: "Que los que nos han metido en esto sepan de nuestra existencia".

A su lado, un exultante Tejero, metido en un personaje muy dramático, estaba feliz por repetir con Alterio: "Firmaría por trabajar con ella el resto de mis días". Su presencia, según el director, "se debe a que me gustan directores como Berlanga, que como tradición han usado a cómicos para buenos papeles". "Tejero es perfecto para el español medio", dice. El aludido contó que vio una entrevista con alguien a quien le había ocurrido algo parecido: "La realidad supera la ficción, y desgraciadamente es fácil contar una historia tan cercana; y más en un tema que está de rabiosa actualidad y que va a seguir pasando".

Por cierto, la persona real que vieron en Internet había sufrido el timo cerca del festival, en el litoral malagueño. Como dice Lemcke, "recomiendo mi película a los concejales de urbanismo a ver si aguantan delante de ella". Cinco metros cuadrados no tiene aún distribución': "Espero que el festival sirva de revulsivo y si al presentarla en el certamen gusta, tendrá más posibilidades".