Boadella: "Las mujeres se han convertido en los nuevos Quijotes"

Els Joglars estrena mañana en el Teatro Albéniz de Madrid El retablo de las maravillas. Cinco variaciones sobre un tema de Cervantes, el "pórtico" del año dedicado a Cervantes con el que Albert Boadella, director de la compañía, realiza su particular y actualizada visión sobre esta pieza. "Las mujeres se han convertido en los nuevos Quijotes", ha subrayado el director teatral durante la presentación de la obra. "No tengo intención de someterme a la competencia desleal con el libro, que es insuperable y hay que respetar", ha manifestado el director en la rueda de prensa.

Basada en un entremés del genial escritor, es una obra sobre la duda, los complejos y la picaresca, en la que Els Joglars critica los engaños del arte de vanguardia, la cocina experimental, la política y la religión. Estrenada hace 10 meses en Sevilla, ahora llega a Madrid con algunos cambios, necesarios por el nuevo panorama político. "La realidad nos ha superado", ha confesado el director de Els Joglars.

Acompañado de Javier Casal, director de promoción cultural de la Comunidad de Madrid, y Ramón Fontseré, protagonista del montaje, Boadella ha hablado también de la obra sobre El Quijote que, por encargo de la Comunidad de Madrid con motivo de los actos conmemorativos del IV Centenario de la publicación de la novela, cerrará el próximo Festival de Otoño. "Es posible que me separe de la época y de la precisión de cada capítulo de 'El Quijote'; naturalmente me inspiro en esta novela, y trato de extraer imágenes y sensaciones, pero no vamos a reproducir ordenadamente lo que ocurre" en el texto, ha avanzado Boadella, para quien "hay algo de Cervantes entre nosotros", y eso es lo que ahora busca.

"Hay inflación de premios"

Artista polémico y satírico, Boadella también ha hablado del revuelo que ha suscitado su rechazo a la Cruz de Sant Jordi, el máximo galardón que concede el Gobierno catalán, y que ha insistido ha sido por "coherencia". Además, cree que "hay inflación de premios, todo el mundo está dando premios y me parece impudoroso; te hacen pasar un mal rato". "No quiero premios", ha asegurado el director teatral, quien se considera "muy premiado" con el aplauso de un público que llena las butacas en sus espectáculos, en los que asegura ya están "aburridos y saturados de la política catalana" y optan por "miras más amplias".

Ha reconocido que Els Joglars vive una "situación privilegiada", porque el trabajo de la compañía, con el que se divierten y sufren "en común", tiene una "aceptación notable". Ha lamentado que ya no existan compañías fijas, núcleos estables de creación teatral y por ello, ha pedido a las administraciones que faciliten su permanencia. El retablo de las maravillas sedujo a Boadella porque habla de la duda y los complejos: es un retablo en el que no hay nada, en torno al cual unos pícaros organizan una tomadura de pelo al asegurar que sólo lo ven quienes no tienen sangre judía y no son hijos ilegítimos. Estos condicionantes hoy pueden parecer "absurdos", pero lo que se propuso Boadella fue descubrir dónde encontraría Cervantes los retablos de la actualidad.

El resultado ha sido en el arte de vanguardia, "la nada absoluta a precios altísimos"; la "nueva epidemia de la alta cocina", la religión y también la política -cómo construir un candidato y que un menguado mental llegue a las cotas más altas de un país-. Els Joglars ensayó seis meses, un trabajo "minucioso" para experimentar y construir un montaje "con la categoría que el público merece", ha matizado Boadella, que ha garantizado que El retablo de las maravillas -una adaptación de una leyenda oriental- es una "demostración y exhibición interpretativa". Los actores se desdoblan para crear entre 40 ó 50 personajes -entre ellos muchos totalmente identificables como Felipe González y José María Aznar- en un escenario reducido a lo mínimo, como es habitual en la compañía.