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Las 10 señales políticas de Kast en sus primeras 72 horas como presidente electo

Una visita a Milei, los primeros sondeos para formar su gabinete y un cambio de libreto son parte de la maratónica resaca electoral del republicano

José Antonio Kast

La agenda del presidente electo de Chile, José Antonio Kast, ha sido intensa desde su contundente triunfo el pasado domingo. Se ha reunido con el presidente Gabriel Boric y el de Argentina, Javier Milei, y prepara un encuentro con la exmandataria Michelle Bachelet. También ha comenzado su trabajo en lo que pretende ser su política migratoria y ha sentado las bases sobre cómo será la estructura de las derechas en su futuro Gobierno, a partir de marzo de 2026.

El primer viaje internacional: la Argentina de Milei

En su segundo día como presidente electo, Kast viajó a Buenos Aires para encontrarse con el presidente argentino Javier Milei en la Casa Rosada. En los dos años de mandato del libertario no ha sostenido una bilateral con el mandatario chileno, Gabriel Boric. Los líderes de la extrema derecha hicieron gala de su complicidad e incluso posaron sonrientes junto a la ya mítica motosierra del argentino, que representa los recortes económicos que ha impulsado en el país trasandino y de los que el republicano quiere aprender. “Cada país tiene su realidad. Nosotros no vamos a copiar exactamente lo que han hecho otros, sino que vamos a buscar modelos que en alguna medida sean replicables en Chile”, explicó Kast. Además de abordar la economía, discutieron sobre seguridad y control migratorio.

A la caza de su equipo económico

Kast acudió a La Moneda el lunes en su encuentro con el presidente Boric acompañado de un reducido equipo, entre ellos, su asesor económico, Jorge Quiroz. El hombre que suena fuerte como ministro de Hacienda también participó del viaje a Argentina, al que acudieron representantes del empresariado chileno. Kast se reunió en Buenos Aires con el economista chileno-argentino José Luis Daza, viceministro de Economía de la Administración del libertario. Su nombre se baraja como posible “triministro” en el Gobierno de Kast, liderando las carteras de Economía, Energía y Minería. “Me ofrecieron varios cargos”, reconoció Daza en un programa de streaming. Consultado sobre el tema, Kast respondió: “Todas las posibilidades están abiertas, pero pasa por una decisión personal que no es mía”.

Próxima reunión con Bachelet

La noche del domingo, la expresidenta socialista Michelle Bachelet llamó a Kast para felicitarlo por su triunfo electoral. La dos veces mandataria chilena es candidata a la Secretaría General de la ONU y es una incógnita si el presidente electo la apoyará. El republicano sostuvo este martes que quedaron de reunirse pronto, posiblemente antes de navidad y que ella eligiera dónde. “Me voy a juntar con ella y después eso (la candidatura de la socialista) tendrá que ser objeto de análisis. La resolución no tiene que ser inmediata. Nosotros lo que estamos diciendo es que vamos a escuchar todos los antecedentes”, apuntó el futuro mandatario chileno. Además, añadió que analizará la situación con la propia Bachelet.

Sus intenciones de vivir en La Moneda

Kast y su esposa, Pía Adriasola, viven en Paine, a las afueras de Santiago, por lo que los traslados hacia su futura oficina son un problema. Es por esto que el matrimonio está sopesando seriamente residir en La Moneda, algo que no ha hecho ningún presidente desde hace un siglo y que implicaría el permiso del Consejo de Monumentos Nacionales. “Se llama la Casa de La Moneda y es históricamente el lugar donde han vivido los Presidentes de la República. Yo vivo a más de una hora y media de la Casa de La Moneda. No voy a arrendar una casa especial para generar más gastos al Estado”, ha dicho el presidente electo. “Esa forma de actuar también es una señal de austeridad para lo que tenemos que pedirles a los chilenos”, añadió. En su visita al palacio de Gobierno, trascendió que Adriasola recorrió el edificio con la mirada puesta en dónde podría estar su habitación.

Apoyo a una intervención militar en Venezuela

En medio de la campaña militar lanzada por la Administración de Donald Trump en el Caribe y el Pacífico contra el tráfico de drogas y el gran despliegue naval en las costas de Venezuela, Kast dijo que su Gobierno no va a “intervenir en una situación como esa”. “No nos corresponde, pero si alguien lo va a hacer, que tenga claro que nos soluciona a nosotros y a toda Latinoamérica un problema gigantesco. Incluso a países de Europa (...) El que lo haga va a contar con nuestro apoyo”, afirmó. Nicolás Maduro dijo tras el triunfo el republicano: “Usted podrá ser pinochetista convicto y confeso, pero cuidadito (si) le toca un pelo a un venezolano, los venezolanos se respetan”. Sobre esta amenaza, el presidente electo calificó al líder chavista de “narcodictador” y aseguró que sus declaraciones lo tienen “sin cuidado”.

Gestiones para un corredor humanitario

Para hacer frente a la crisis migratoria, Kast ha sostenido conversaciones con varios mandatarios, entre ellos de Bolivia, Perú, Ecuador, Panamá, Costa Rica, El Salvador y Argentina para gestionar un corredor humanitario de devolución de los migrantes que se encuentran en situación irregular. Durante la campaña, se comprometió a buscar y expulsar a los 330.000 sin papeles que residen en Chile, sin embargo, desde su triunfo, ha matizado. “Nunca dijimos que en el primer día íbamos a poder expulsar a más 300.000 personas o más, porque es evidente que no hay capacidad para hacer eso”, apuntó. Para acelerar la gestión, el republicano le lanzó el primer dardo a Boric desde su triunfo, asegurando que esperaban que la Administración de izquierdas “haga lo que nosotros hemos hecho en un día, que es hablar con los presidentes de los distintos países sudamericanos” pues “todos tienen clara conciencia de que la situación que se vive en Venezuela es inaceptable e imposible de que se mantenga”. “El presidente Boric está bien dispuesto”, dijo, pero agregó que se necesita que su equipo entregue soluciones.

Colaboración y no coalición con las derechas

Desde este lunes se ha puesto en marcha La Moneda chica, unas oficinas donde el equipo del republicano afina la estructura que implementarán con las fuerzas de las derechas que lo apoyaron en segunda vuelta: los partidos de Chile Vamos, de la derecha tradicional, los libertarios y socialcristianos, de extrema, y los centristas Demócratas y Amarillos. En un encuentro con los principales dirigentes del sector, el presidente electo hizo un llamamiento a la un Gobierno de unidad, pero aclaró que su aspiración no era formar una nueva coalición. Las diferencias entre la derecha más liberal y la más extrema podría abrir flancos o descuelgues en la nueva alianza que la futura Administración quiere evitar.

Cambio de tono en el discurso

Tras una campaña cargada de hostilidades, particularmente de Kast hacia el Gobierno de Boric, pero también con tensos episodios con la derecha tradicional, el republicano entregó un discurso en tono conciliador la noche de su triunfo. “Aquí ganó Chile, la esperanza de vivir sin miedo“, sostuvo en sus primeras palabras como ganador, donde remarcó que no se imagina un Gobierno sin Chile Vamos. Celebró, además, “el coraje” de la derrotada candidata de la izquierda, Jeannette Jara. En su reunión en La Moneda con el presidente Boric sostuvo que el “Gobierno de emergencia” que propone, “tiene que verse reflejado en un Gobierno de unidad nacional en los temas prioritarios: seguridad, salud, educación, vivienda”. Además, valoró el tono “muy positivo” de la conversación con Boric, algo en lo que comulgó el mandatario de izquierdas.

Moderación de expectativas

Consciente de las altas expectativas que generó durante su campaña, Kast advirtió en su primer discurso que los resultados “no se verán al día siguiente” de su llegada a La Moneda tras prometer un “cambio radical” y que “todo va a estar bien”. “Vamos a tener un año duro, muy duro” en lo económico; “esto no es magia, lo que yo les prometo es trabajo, orden, decisión y convicción”, dijo. Su equipo más cercano también ha entregado esas señales en los primeros días desde la victoria. El senador republicano Rodolfo Carter afirmó: “Esto no se va a terminar en 30 o 90 días una vez que empecemos el Gobierno, pero se va a notar (el cambio) y va a ser difícil y en algunos casos va a ser incluso doloroso”. El replucano se comprometió a un recorte fiscal de 6.000 millones de dólares los 18 primeros meses de su mandato y en marzo entregará los detalles de dónde se aplicarán las reducciones.

Un traspaso de poder ordenado

Siguiendo la línea tradicional de la institucionalidad chilena, Kast habló por teléfono con el presidente Boric el domingo y lo visitó en La Moneda el lunes. Acudieron también los respectivos equipos de trabajo para poner en marcha el traspaso de poder y ambos líderes se reunieron por cerca de una hora en privado. “Tuvimos en una conversión personal muy importante”, sostuvo el presidente electo, y agradeció la posibilidad que le dio el mandatario en ejercicio “de ir conociendo cómo funciona el Estado, cuáles son las situaciones más complejas que podemos tener que abordar hacia adelante y cuidar la institucionalidad”. Kast ha remarcado la necesidad de colaboración para sacar adelante políticas de Estado y ha destacado que Boric le manifestó su voluntad de colaborar en las distintas áreas, una vez que defina a sus equipos de trabajo, el 15 de enero.

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Sobre la firma

Antonia Laborde
Periodista en Chile desde 2022, antes estuvo cuatro años como corresponsal en la oficina de Washington. Ha trabajado en Telemundo (España), en el periódico económico Pulso (Chile) y en el medio online El Definido (Chile). Máster de Periodismo de EL PAÍS.
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