Derechos humanos, lo esencial de cada día

La Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada en 1948, fue un cambio de paradigma. En respuesta a las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial, situó a la dignidad y los derechos humanos como límites al poder del Estado –incluso cuando este surge de elecciones democráticas. Su premisa es simple: que todas las personas puedan vivir con dignidad.

Hoy, conmemoramos un nuevo Día Internacional de los Derechos Humanos, reforzando el hecho de que éstos están más presentes en nuestro cotidiano de lo que pensamos, pero a veces solo lo notamos cuando nos los arrebatan. Por eso, debemos defenderlos en todo lugar y circunstancia: desde los tribunales hasta las calles, en las urnas y en el mundo digital. Son nuestra brújula siempre, más en tiempos turbulentos.

Los derechos humanos nos interconectan. Cuando se vulneran en un lugar, el impacto alcanza al mundo entero. Los impactos de la desigualdad, de los conflictos y de la crisis climática nos recuerdan que nuestras vidas están entrelazadas.

Cada persona o colectivo tiene el poder de impulsar el cambio: denunciar la injusticia, exigir a las autoridades que respeten la dignidad humana, contribuir a la construcción de un mundo mejor. Ser defensor o defensora de derechos humanos no requiere títulos ni acreditaciones. Bastan la convicción y la acción pacífica para promover y proteger la dignidad humana y los derechos. Este es el sentido también de los 16 días de activismo para combatir la violencia contra las mujeres, que cada año se inician con el Día Internacional de la Erradicación de la Violencia Hacia las Mujeres (25 de noviembre) y que culminan cuando conmemoramos el día internacional de los derechos humanos. Este año, la campaña de incidencia estuvo dedicada a combatir la violencia en línea. Porque las herramientas digitales, aunque llenas de promesa, también están silenciando las voces de las mujeres, amplificando los prejuicios y alimentando el acoso. La violencia en línea está escalando en violencia real.

En este contexto, celebremos hoy el compromiso de quienes defienden los derechos humanos. En un contexto global de amenazas crecientes, Naciones Unidas reafirman que proteger a las personas defensoras de derechos humanos es una obligación de los estados y una responsabilidad compartida.

Desde hace un año se está aplicando en el país el Protocolo de protección de personas defensoras de derechos humanos, iniciativa del Estado que contó con apoyo de la ONU. Un importante avance, pero la protección efectiva requiere acción sostenida, recursos y voluntad política. Por eso, desde ONU Chile impulsamos este año una campaña junto a la Subsecretaría de Derechos Humanos y el Ministerio del Medio Ambiente, para proteger y poner en valor a las personas defensoras.

Este Día de los Derechos Humanos es más que una conmemoración: es un llamado a garantizar que cada persona defensora pueda vivir su rol sin miedo ni violencia.

Proteger a quienes defienden derechos es proteger la dignidad y la igualdad para todas las personas. También es proteger el desarrollo sostenible y los espacios democráticos y de participación ciudadana, en Chile y en el mundo. Desde Naciones Unidas les damos las gracias por su compromiso con un mundo más justo.